Arias Cañete se reúne con los consejeros de pesca del litoral cantábrico

El ministro de Agricultura , Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, anunció ayer en Gijón que las ayudas económicas aprobadas por el Gobierno para los pescadores gallegos afectados por la contaminación del Prestige» se ampliarán al resto del sector del litoral Cantábrico en el caso de que sea necesario cerrar los caladeros. Esta cuestión, que se debería adoptar de forma «unánime», según subrayó Arias Cañete, ha sido el asunto central de la reunión mantenida en Santander con los consejeros de Pesca de Asturias, Cantabria y País Vasco.

Arias Cañete visitó el lunes Asturias donde se entrevistó en Gijón con el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, y con los patrones mayores de las cofradías de la región. El ministro transmitió a los representantes de los pescadores la voluntad del Gobierno de coordinar con todas las comunidades autónomas cantábricas y cofradías la posible decisión de cerrar los caladeros.

Por su parte, el presidente del Principado calificó de «positivo» el encuentro que mantuvo ayer con Arias Cañete, ya que a su juicio ha reforzado la «coordinación y puesta en común de ideas» sobre el sector pesquero, «escuchando también las opiniones de los profesionales del sector».

El ministro aseguró que si es necesario llegar al cese de la actividad pesquera en en el litoral Cantábrico, las distintas administraciones pondrán en marcha las disposiciones legales acordes y coordinadas, y se aplicará de forma inmediata el sistema indemnizatorio que hoy se empezó a pagar en Galicia.

El presidente de la gestora que dirige la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Dimas García, mostró su satisfacción tras el encuentro con el ministro, y afirmó que en su opinión la situación actual en aguas asturianas no es para cerrar los caladeros porque aunque hay contaminación en varias zonas «por abajo no se detecta nada».

La fragata Baleares ordenó el lunes salir de las aguas de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) al petrolero Teekay Foam, por no cumplir las normas mínimas de seguridad exigidas en el acuerdo hispano-francés recientemente firmado entre los Gobiernos de España y Francia.

La fragata Extremadura, que relevó posteriormente a la fragata Baleares, fue la encargada de escoltar al Teekay Foam, con bandera de Bahamas, hasta que abandonó la Zona Económica Exclusiva por los riesgos que podría suponer para el Medio Ambiente, tal y como quedó establecido a tenor del acuerdo hispano-francés firmado en Málaga. El buque, que cargaba 58.000 toneladas de crudo procedente de Arcen (Argelia), se dirigía al puerto belga de Terneuzen, y se suma a los otros tres que fueron expulsados por ambos países tras la firma del acuerdo.

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