Asimismo, participó la secretaria general del Medio Rural y la Producción Ecológica de la Consejería de Agricultura y Pesca, Mabel Salinas; el presidente del CAAE, Francisco Casero; el delegado provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca de Sevilla, Francisco Gallardo; el alcalde de Isla Mayor (Sevilla), Ángel García; y la alcaldesa de Aznalcázar (Sevilla), Dolores Escalona.
En este marco, el secretario general de UPA-A, Agustín Rodríguez, subrayó que esta presentación pone de manifiesto la «fortaleza» del sector agroalimentario andaluz y supone un «ejemplo de que se puede seguir creciendo».
Así, recordó la importancia del sector en Andalucía, que «exporta productos, equilibra la balanza comercial y se convierte en primer pilar económico del medio rural, con más de 13.000 millones de facturación».
Según explicó UPA-A, en 2008 se inscribieron 20 hectáreas de arrozal en agricultura ecológica, aunque se inició el cultivo de sólo diez hectáreas por la reducción de superficie debido a la falta de agua de riego. En 2009, se duplicó la cosecha, pasando a cultivar 40 hectáreas y se inscribieron 20 hectáreas más de arrozal en agricultura ecológica.
A pesar de que el proyecto se inició en 2008, la iniciativa era anterior ya que la parcela permanecía en barbecho desde 2005, «por lo que se pudo conseguir el reconocimiento retroactivo del periodo de conversión de las parcelas en diciembre de 2009, al demostrar que el terreno estaba limpio de residuos de fitosanitarios y fertilizantes».
Añadió que UPA-A participó activamente del proyecto, consiguiendo las concesiones de agua en la campaña 2008, así como el reconocimiento retroactivo del periodo de conversión a la producción ecológica. La parcela en la que se inició este proyecto se encuentra en el término municipal de Aznalcázar (Sevilla) y generó entre 10 y 15 jornales por hectárea, lo que alcanza una cifra de unos 500 jornales.
La variedad cultivada en 2009 fue la ‘bomba’ y las malas hierbas se controlaron mediante labores mecánicas y manteniendo los niveles de agua muy altos ya que al ser una variedad «muy vigorosa y al tener un gran porte, al cubrirse muy pronto, asfixia la mala hierba y sale en menor cantidad».
La producción obtenida fue de 3.000 kilogramos por hectárea, lo que en esta variedad supone unos 7.000 kilos por hectárea para un arroz convencional.
Europa Press