Nota de Asaja
El Presidente y Vicepresidente del Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias (COPA), Peter Gaemelke, y Ricardo Serra, respectivamente ofrecieron ante los diferentes medios acreditados en la OMC cuales son las prioridades para los agricultores Europeos en esta Ronda de negociaciones.
En primer lugar, se deben crear normas de reconocimiento internacional para el comercio agrícola en la Organización Mundial de Comercio. Estas normas deberán ser claras, justas, eficaces y equitativas. Y así lograr un mejor funcionamiento de los mercados, y contribuir al incremento en los ingresos de los productores agrícolas.
En consecuencia, todos los países que mantienen relaciones comerciales, deben gozar del derecho de adaptar su política agrícola al marco de las normas de comercio de la OMC. Además, estas normas deberán permitir la búsqueda de soluciones a los problemas relativos al mercado, en cuanto al desequilibrio que existe en el mismo, entre los participantes en la cadena de comercialización. Sí sin embargo, estas normas deberán abordar las dificultades particulares de los países en desarrollo que no cuentan con recursos para brindar una efectiva salvaguardia, contra las fluctuaciones del mercado mundial, al diseñar sus políticas agrícolas.
En segundo lugar, los agricultores europeos consideran esencial mantener la preferencia comunitaria. Así ha quedado demostrado que los ciudadanos europeos desean un modelo agrario que respete altos niveles de seguridad alimentaria y calidad, que respete al medio ambiente y el bienestar animal y que contribuya a la vitalidad del mundo rural. Sin embargo los esfuerzos de los agricultores europeos para cumplir dichos principios les coloca en una clara posición de desventaja, por lo que la preferencia comunitaria debe mantenerse.
Para asegurar la preferencia comunitaria, el nivel medio de los recortes en las tarifas no debería ser superior 36 %. Sin embargo debe permitirse flexibilidad para productos sensibles y con características específicas, que puedan tratarse de manera especial. Se permitirá el incremento de las cuotas de las tarifas para los países en vías de desarrollo más necesitados. Y la cláusula especial de salvaguarda debe de ser mantenida.
En tercer lugar la UE maneja los subsidios a la exportación de una manera responsable para asegurarse de que no distorsionan los mercados mundiales. Sin embargo, otros países como los Estados Unidos, se han movido en la dirección opuesta (incrementando los créditos a la exportación, los préstamos de marketing y los subsidios de promoción e introduciendo los pagos anticíclicos) ya que todos ellos son formas de subsidios a la exportación que inciden en los precios mundiales.No se puede admitir la eliminación total de los subsidios a la exportación. Se le debe de dar prioridad a la intención de reducirlas y de que no impacten en los mercados mundiales.
En cuarto lugar los agricultores europeos afirmaron que la reducción al apoyo domestico nunca podrán ir mas lejos, que las reducciones ya realizadas en la reciente reforma de la PAC aprobada el pasado 26 de junio en Luxemburgo. Así durante la pasada década la Unión Europea ya ha venido realizando grandes reformas en la PAC, para asegurarse que su apoyo domestico no distorsiona los mercados mundiales, y para reducir su nivel de apoyo. Y estos cambios ya van bastante más lejos, que los compromisos requeridos por la OMC.
En quinto lugar, los agricultores europeos expresan su convencimiento de que la OMC debe de tener en consideración las cuestiones no comerciales. Es esencial que en el resultado de las negociaciones actuales se tenga en cuenta la necesidad de que los agricultores acometan las exigencias de la sociedad, en materia de seguridad alimentaría, calidad, protección del medio ambiente, fortalecimiento de las comunidades rurales y su cohesión social.
En sexto lugar los agricultores europeos defienden que los países en desarrollo deben de ser capaces de construir su mercado agrario interno. Así el comercio libre en agricultura no permite la coexistencia de diversos modelos de agricultura, lo que puede ser especialmente perjudicial para estos países en vías de desarrollo. Los mismos, tienen otras prioridades, particularmente, la de la seguridad alimentaria y la protección de sus importantes comunidades rurales. Por ello, esto se puede lograr tan sólo, si los países en vías de desarrollo son capaces de construir sus propias políticas internas y se les concede el derecho a que sea así.
Para ello, los agricultores Europeos apoyan la aplicación, con mayor flexibilidad, de la cláusula de salvaguarda, y la posibilidad de proteger sus mercados internos de posibles importaciones que pueden deprimir sus precios. Sin embargo, si los países en vías de desarrollo van a ser tratados diferentemente, ellos deben comenzar a desarrollarse desde un punto de vista agrario. La OMC debe de establecer una clara y objetiva definición de país en desarrollo. Y por tanto, los países desarrollados, y los más avanzados, deberán dejar entrar productos, sin protección en frontera, a los países menos avanzados, como ya viene haciendo la UE.
Por otro lado, el Presidente del Comité Consultivo de Desarrollo Rural de la Unión Europea Miguel Afán de Ribera mantuvo un encuentro con el Director General de la OMC, Dr. Supachai Pananitchpakdi al que le trasmitió estos mismos puntos de vista de los agricultores europeos ante la OMC. Poniendo de manifiesto, el enorme esfuerzo que ya han hecho los agricultores europeos tras la reciente reforma de la PAC, y demandando que ahora es el momento de que los Estados Unidos y otros países ultraliberales, hagan lo mismo.
Asaja