Las medidas aprobadas, hasta el momento, por el Ministerio de Agricultura para paliar los daños causados por la sequía, y recogidas en el Real Decreto Ley 10/2005 del pasado 20 de junio, no han visto la luz hasta ayer, día 2 de agosto, cuando se publicó la Orden PRE/2500/2005, que además únicamente establece los ámbitos territoriales afectados y fija los criterios de tan sólo alguna de las medidas previstas, confirmando que es un nuevo “engaño” para el sector.
Además, al tratarse de ayudas compartidas al 50% con las Comunidades Autónomas, deberá esperarse a la publicación de la normativa correspondiente en cada Comunidad, con lo que, en el mejor de los casos, los afectados no recibirán estas ayudas hasta el próximo otoño-invierno. Este retraso se viene produciendo con carácter “endémico” en el Ministerio y en la Consejería de Agricultura. Un ejemplo es que aún faltan por desarrollar algunas de las ayudas previstas a principios de año por las heladas , entre las que destaca la exención del IBI de Rústica del 2005. A esto se une el retraso de las ayudas prometidas para paliar la subida excesiva del gasóleo y sus derivados , de las cuales los agricultores y ganaderos aún no han recibido ni un euro, a pesar de que las solicitudes se formalizaron en la pasada primavera.
Desgraciadamente, el único problema no es el retraso de las ayudas, sino lo ridículo de las mismas , lo que demuestra la escasa sensibilidad de Ministerio y Consejería de Agricultura hacia los agricultores y ganaderos, máxime en un año en el que déficit hidrológico está cercano al 50% respecto a un año normal, lo que lo convierte en el más seco desde 1947, según el Instituto Nacional de Meteorología.
No se comprende cómo no se contemplan ayudas directas a las explotaciones agrícolas y ganaderas, ayudas para la compra y/o transporte de forraje, condonación del IBI y de las cuotas a la seguridad Social, así como determinadas medidas de carácter fiscal, entre otras.
Como ya se denunciara desde ASAJA-Andalucía , las medidas aprobadas por el Ministerio de Agricultura son medidas de cara a la galería y de espaldas al campo, sin resolver para nada la situación dramática y totalmente excepcional que viven nuestros agricultores. Buena prueba de ello es que la llamada Oficina Permanente de Adversidades Climáticas tan sólo se ha reunido con los agricultores en tres ocasiones, el pasado 5 de mayo, el 20 de mayo y 22 de julio, con lo que el calificativo de “permanente” resulta cuando menos irónico , y, además, sin admitir nuestras alegaciones y consideraciones.
Desde ASAJA no podemos comprender como ante un montante de pérdidas que asciende ya a 2.800 millones de euros a nivel nacional, el Ministerio de Agricultura y la Consejería de Agricultura no hayan querido dar una respuesta acorde a la grave situación (tal y como han hecho Francia y Portugal), y en su lugar hayan presentando ante la opinión pública, unas medidas tardías, totalmente insuficientes y de escaso presupuesto.
Desde ASAJA exigimos que el MAPA y la Consejería de Agricultura habiliten ayudas que compensen las pérdidas sufridas por la sequía, y que son perfectamente compatibles con la normativa europea actual, ya que cuando un Estado miembro sufre una catástrofe natural (y la sequía a estos niveles claramente lo es) la puesta en marcha, o no de estas ayudas depende exclusivamente de la voluntad política, no de excusas “vagas”. De hecho, la posición del MAPA ha propiciado que algunas Comunidades Autónomas manifiesten su intención de habilitar ayudas compensatorias para los agricultores de su territorio, es el caso de la Comunidad Autónoma de Madrid o de la Consejería de Agricultura de Cataluña. ASAJA celebrará Asambleas Informativas que culminarán en movilizaciones, si no se resuelve esta situación.
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