Un impuesto más sobre los carburantes no es deseable, y ASAJA rechaza cualquier carga que se nos imponga por la sencilla razón de que el campo no da para más. Nuestros costes de producción se acercan en muchas producciones al valor de las cosechas. Nos quedan, pues, las ayudas de la PAC que día a día se erosionan y empequeñecen por los sobrepasamientos, sanciones y demás tijeretazos incontrolados.
Si económicamente el sector agrario vive estas incertidumbres y penalidades, el tema se agrava más si cabe a la hora de analizar la situación de la protección social de nuestros hombres y mujeres.
La sociedad aragonesa y específicamente la urbana, tiene una deuda con el medio rural. La macroencefalitis zaragozana ha absorbido los recursos demográficos y económicos de nuestro medio rural hasta situar el 60% de la población de Aragón en la capital y el 80 % de los recursos económicos en su área de influencia.
A Zaragoza van las Plataformas Logísticas, AVES, Estaciones Intermodales, Lanzaderas, Cinturones, Grandes Obras Urbanísticas, Deportivas……, etc
Esta impresionante Zaragoza, orgullo de Aragón, tiene a 100 Kms. un lujo de medio rural, medioambiental, monumental, cultural, …etc en el que sus habitantes sobreviven a duras penas con índices demográficos subsaharianos y una más que lamentable situación de las prestaciones sociales, comunicaciones ó servicios.
62.000 pts. es la pensión y el pírrico premio a toda una vida de esfuerzos a la intemperie, en la permanente incertidumbre sobre si habrá o no habrá cosecha y si hay, ¿valdrá algo? y si vale, ¿ me pagarán ? Luego en la renta si nuestro jubilado declara ingresos por un montante superior a 897.281 pts (dividendos de un pequeño ahorro, alquiler, venta de productos…) le llega el recorte de los complementos y la pensión real vuelve a la mínima.
La sociedad aragonesa urbana que disfruta de nuestros pueblos, montaña, paisajes y actividades de todo tipo en nuestro medio natural, debe concienciarse que las deudas se pagan, de ahí la propuesta de que 33 céntimos por litro de carburante. Es decir, pagar apenas un duro en total, por ir al Pirineo desde Zaragoza, supondría la complementación de las jubilaciones (Planes de Pensiones) de las gentes del campo y sus familias y la predisposición a que no se nos vayan los jóvenes para seguir disfrutando todos de pueblos, paisajes, gastronomía y cultura rural que necesita de personas, de vida y de JUSTICIA.
ASAJA Aragón