ASAJA C-LM denuncia que el descenso del crudo no produce el mismo efecto en el precio del gasóleo

Mientras en el pasado mes se registraba un máximo histórico de 147,27 dólares por barril, a día de hoy, el precio se sitúa en 112,24 dólares, es decir, un 23,7 por ciento menos.

Irracionalmente mientras el crudo registra dicho descenso, los agricultores no han visto descender los precios del gasóleo, de los transportes y tampoco de los fertilizantes, que experimentaron un encarecimiento paralelo a la escalada del petróleo y, en cambio, ahora que éste baja sus precios, permanecen inamovibles. De hecho, los fertilizantes nitrogenados, que derivan casi totalmente de petróleo o del gas natural se han duplicado en un solo un año. También los compuestos de potasio han triplicado sus precios en un año y los compuestos de fósforo han aumentado más aún.

Si a los 0,94 euros/litro de media que llegan a pagar por el gasóleo B los agricultores castellano-manchegos en las gasolineras de la región, según el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, le sumamos el aumento de los precios de los piensos, el aumento de las nuevas tarifas eléctricas de hasta un 40% y el descenso en la valía de los cultivos de temporada como los cereales e incluso los que no son de temporada como el girasol, el resultado es un catastrófico desenlace en la renta del agricultor y un funesto varapalo para la agricultura en general. Y mientras el profesional agrario no tiene asegurado ni los costes de producción, el consumidor sigue viendo cómo cada día paga más por la cesta de la compra.

Por estos motivos, ASAJA de Castilla-La Mancha exige a la Administración que ponga medidas urgentes para que la bajada del barril conlleve el consiguiente descenso en los precios de los productos agrícolas relacionados con el petróleo, tales como el gasóleo, los transportes y los fertilizantes. Del mismo modo, es necesario que el Gobierno apruebe de una ley sobre los márgenes comerciales para frenar estas situaciones de abuso y promover una mayor transparencia en el mercado. Igualmente, es necesaria la implantación de un doble etiquetado con precios en origen y en destino para ofrecer una mejor información al consumidor, favoreciendo que la disminución de los precios en origen se traslade de inmediato al consumidor, como así ocurre con los incrementos. El doble etiquetado servirá para concienciar a los consumidores de los posibles abusos de los distintos agentes intermediarios (transportistas, mayoristas, distribuidores, etc.) y de este modo, seleccionar mejor sus compras.

ASAJA de Castilla-La Mancha insiste, una vez más, en la necesidad de que el Gobierno Central y Regional tomen cartas en el asunto y cumplan las reivindicaciones que desde el pasado mes de mayo demanda esta Organización. Si no llega pronto el fin de la especulación de los precios, la asfixia que sufren los agricultores terminará con las explotaciones agrícolas de la región.

ASAJA C-LM

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