Nota de Asaja de Castilla-La Mancha
La Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha ha señalado que el acuerdo alcanzado por la Conferencia Sectorial de Agricultura para aplicar a partir del 1 de enero de 2006 la reforma de la Política Agraria Común (PAC) despeja las incertidumbres que existían en el sector agrícola y ganadero, lo que redundará en beneficio del normal funcionamiento de este sector.
No obstante, la Organización ha exigido un estudio riguroso sobre las repercusiones que las diversas opciones de aplicación previstas en la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC) van a tener en los diferentes sectores, a la vez que demanda un mayor compromiso con el sector agrario y ganadero a través de un mayor apoyo a las zonas más desfavorecidas.
Desde la aprobación de la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), esta Organización Agraria ha manifestado que las opciones previstas para su aplicación, ya fuera en 2005 ó 2007, presentaban ciertas ventajas e inconvenientes para el sector agrario y ganadero.
Al respecto, ASAJA de Castilla-La Mancha ha señalado que cualquier retraso en la aplicación de la reforma aumentaría la confusión existente entre los agricultores y ganaderos y, además, teniendo en cuenta que el pago por explotación se fijará tomando como referencia las campañas agrícolas 2000-2001 y 2002, posponer la entrada en vigor de la nueva PAC hasta 2007 supondría un mayo desfase entre las ayudas fijadas y la realidad.
Asimismo, la Organización considera que una pronta aplicación del sistema de pago único evitará la inseguridad en la que se encuentra ahora el agricultor a la hora de tomar decisiones sobre el futuro de su explotación e impedirá especulaciones.
Ahora bien, la Organización Agraria también ha señalado que la reforma de la PAC supone un cambio radical en el planteamiento de la política agraria y, por tanto, existen demasiadas incógnitas sobre su desarrollo y aplicación. Asimismo, la Organización ha indicado que todavía persisten muchas dudas referidas a la titularidad de los derechos y al mercado de la tierra, entre otros asuntos, que deberían resolverse antes de que entrara en funcionamiento el nuevo sistema.
En cuanto a la aplicación por sectores, ASAJA de Castilla-La Mancha ha advertido de que un desacoplamiento total supondría un aumento de la competitividad para aquellos agricultores que consiguieran un ajuste estructural de su explotación, a la vez que significaría una orientación del sector agrario hacia el mercado y permitiría mayor facilitad de gestión.
No obstante, la Organización Agraria también ha argumentado que el desacoplamiento total puede suponer una clara deslegitimación social del apoyo al sector agrario, además de provocar un cambio radical del actual equilibrio-arrendatario-propietario y una deslocalización de cultivos.
Asimismo, la Organización considera que el desacoplamiento parcial evitará, en mayor medida, la competencia desleal con algunos mercados de frutas y hortalizas y aminorará el grado de abandono de la actividad agraria y de la superficie agraria, entre otras.
ASAJA de Castilla-La Mancha también se ha referido a la adaptación del sector agrario al nuevo sistema y es por ello que se ha puesto a disposición tanto de la Administración como de los agricultores con el fin de lograr una buena aplicación de la reforma de la PAC, desde criterios profesionales.
Asaja C-LM