Remitido por Asaja Castilla La Mancha:
La Organización Agraria ha advertido de la situación insostenible que sufre la mayor parte de los ganaderos de Castilla-La Mancha debido a la limitación de los movimientos de ganado como medida para evitar la propagación de la enfermedad, lo que se ha agravado por la incidencia de la sequía y las heladas que han obligado al productor a realizar gastos extraordinarios para la alimentación del ganado y han causado graves daños en las estructuras ganaderas.
Según un estudio realizado por los Servicios Técnicos de la Organización Agraria, la lengua azul ha causado unas pérdidas económicas en la región superiores a los 50 millones de euros debido a la baja movilidad del ganado, a la acumulación de corderos que ha provocado una exceso de oferta y, por tanto, un aumento de los precios, así como, a los gastos adicionales en piensos y forrajes que ha tenido que afrontar el ganadero para alimentar a los animales al no poder trasladarles de pastos.
Se calcula que las pérdidas por oveja debido a la enfermedad de la lengua azul superan los 24 euros.
A este hecho se une, según la Organización Agraria, la falta de pastos en el campo debido a la sequía, lo que ha generado en los tres últimos meses unas pérdidas por animal superiores a 12 euros, situación que podría empeorarse de cara al próximo año por la previsible desaparición de pastos y rastrojeras con el riesgo de desabastecimiento que ello supone.
Por último, la Organización señala los daños que las heladas han ocasionado no sólo en las infraestructuras para el abastecimiento de agua sino también en las plantas, tales como arbustos y hierbas, entre otras.
Al respecto, ASAJA de Castilla-La Mancha destaca que la consecuencia más grave de esta climatología adversa está siendo la pérdida de leche. Desde enero a marzo, la oveja de ordeño ha perdido más de 60 litros de leche por animal lo que supone unas pérdidas superiores a los 60 euros por oveja.
Asaja Castilla La Mancha