Fresneda subrayó la necesidad de una legislación básica que desarrolle la agroenergía, con unos principios semejantes al resto de energías (gas, eólica, solar…) y con un seguro de cobertura de riesgo al agricultor.
En este sentido, demandó voluntad y eficacia política y económica para potenciar el biocombustibles en la región. Según ASAJA, es necesario que la Administración regional apueste definitivamente por el desarrollo de los cultivos energéticos en nuestra región porque, además de ser cultivos limpios, autónomos y generadores de empleo, supondrían una solución viable para muchos productores de oleaginosas.
Para ello ASAJA de Castilla-La Mancha propuso medidas, tales como que los cerca de 50 millones de euros del presupuesto derivado de la modulación sirvan para impulsar los cultivos energéticos. Asimismo planteó que la Comisión Nacional de la Energía y la Unión Europea paralicen las importaciones de biodiesel. En los últimos dos años en España se han producido una masiva importación de biodiesel procedente de EEUU y Argentina. De este modo, resulta muy difícil competir con un producto como el americano que goza de una doble subvención, una en origen y otra en España.
Castilla-La Mancha es la primera comunidad autónoma en producción de biocombustibles en España con una producción de 260.000 toneladas a partir del girasol, cereales, soja y colza. Esta cantidad representa el 33 por ciento de la producción española que asciende a 795.000 toneladas.
ASAJA Castilla-La Mancha