El sector considera que el desmantelamiento de los mecanismos de intervención, introducido por la actual Política Agraria Común, se encuentra en la raíz de todos los problemas. Es la causa de que la ganadería esté en una situación agonizante y de que cientos de explotaciones rocen el cierre.
En la provincia de Ciudad Real afecta a unas 3.700 explotaciones de ovino, 900 de vacuno, 500 de porcino y un centenar de cunícolas y avícolas. Todas ellas ven en peligro su viabilidad si no se ponen en marcha medidas rápidas y eficaces.
Entre ellas, se apuntan medidas de política agraria, tales como garantizar la seguridad alimentaria, promover ayudas al almacenamiento y permitir la utilización para pastos de las tierras de retirada, entre otras.
Por otra parte, el sector pide que se establezcan mesas por sectores para desarrollar programas de actuación específicos para cada uno de ellos; ayudas para la adquisición de piensos; adelanto de las ayudas de la PAC; contratos entre productores e industriales; ayudas a los ganaderos afectados por la enfermedad de la lengua azul; incremento de las subvenciones para la retirada de cadáveres de las explotaciones; líneas de créditos bonificados; beneficios fiscales; ayudas a la incorporación de jóvenes, y ayudas también para quienes quieran abandonar el sector.
Una de las medidas que se considera vital para garantizar la pervivencia de los diferentes sectores ganaderos es crear una Ley para el Sector Comercial, que evite los márgenes abusivos y garantice al productor cobrar un precio digno por su productos.
Todas estas peticiones se han hecho llegar a la Delegación de Gobierno de Castilla-La Mancha, así como a la Consejería de Agricultura. ASAJA Ciudad Real considera que las adminsitraciones deberían aprobar medidas de forma urgente, pues están en peligro numerosas explotaciones ganaderas de la provincia y de la región. El sector ganadero no puede esperar.
ASAJA Ciudad Real