Nota de prensa
Desde ASAJA, observamos con satisfacción cómo la introducción de nuevas medidas en el paquete medio ambiental, que el futuro R.D. del MAPA preparaba, podían servir para el mantenimiento de algunos cultivos de interés agroambiental en nuestra Comunidad Autónoma y para el logro de una agricultura sostenible. Sin embargo, la realidad en forma de Orden legislativa autonómica nos saca de nuestro error.
El Gobierno Autónomo publicaba el 28 de enero las Medidas para la solicitud, tramitación y concesión de ayudas agroambientales, para el año 2002", con escasas novedades y escasa voluntad presupuestaria, lo que para Esteban Andrés, Secretario Regional, "Pese a que la primera señal resulta positiva, y la vemos en el hecho de que la Orden sea conjunta de los departamentos de Agricultura y Medio Ambiente, lo que anuncia "un intento de coordinación" entre las dos consejerías, olvidando desafortunados episodios vividos en la pasada campaña", la realidad es de frustración.
Desde el Departamento de Agricultura en Aragón, aparentemente, se ha apostado por la medida 3 de "racionalización del uso de productos químicos" y las submedidas: 3.3. Producción Integrada y 3.4. Agricultura Ecológica. Sin embargo, el problema surge cuando observamos como, para que los productores puedan acceder a cobrar las ayudas de a Producción Integrada, necesariamente debería existir una normativa autonómica sobre Producción Integrada (P.I.), inexistente en la actualidad, y que la C.A. advierte en sus reuniones explicativas de las medidas agroambientales que "no sabe si se aprobará y publicará este año".
A este despropósito, que no contribuye sino a confundir al productor solicitante de las ayudas, hay que sumarle que los ámbitos de aplicación de P.I. en herbáceos (regadío y secano), frutales de pepita y de hueso en regadío, se limitan a las Zonas Jalón-Huerva y Gallocanta y a la D.O. de Calanda para el melocotonero.
Ya en el capítulo de la Agricultura Ecológica, según Esteban Andrés, "ASAJA ya solicitó la pasada campaña que la Producción Ecológica del Olivar se hiciese extensiva a las tres provincias aragonesas. Además, la inclusión de un condicionante para la percepción de las ayudas como es la inclusión en el Comité Aragonés de Agricultura Ecológica, exige dotar de "total transparencia" a un órgano, controlable "políticamente" y en el que se debe dar participación a todos los representantes del sector agrario. Finalmente, desde ASAJA nos parece incomprensible que desde el Gobierno de Aragón no se apueste por la Ganadería Ecológica, y se elimine una vez más, esta medida del programa. De esta forma es imposible que existan ganaderías de producción ecológica".
También desde ASAJA se advierte al sector agrario de los peligros de este paquete de medidas agroambientales, que muchas veces entrañan compromisos incumplibles por la moderna agricultura. No en vano, se trata de medidas que exigen cofinanciación y para las que nuestra Organización solicita reiteradamente el establecimiento de una financiación directa desde Bruselas.
Igualmente, el nuevo concepto de "degresividad" introducido en esta nueva etapa para las ayudas agroambientales supone a juicio de ASAJA Aragón, una forma de restringir el volumen de ayudas por explotación, ya que opera de forma escalonada e inversamente proporcional a la superficie solicitada, con lo que su aplicación puede suponer un recorte de las ayudas previstas cercano al 50%. Esto no resulta precisamente un incentivo para que la mayoría de los agricultores se inclinen por este tipo de prácticas agroambientales.
El fin inconfesable de todos estos despropósitos, mucho nos tememos, que sea el de "culpabilizar a los agricultores de estar escasamente comprometidos con la producción agroambiental". Una vez más, el sector puede ser el chivo expiatorio de las torpezas en la planificación de recursos de la administración y lo peor de todo es que los agricultores podemos llegar a ser "la principal especie en extinción" dentro de un medio rural despoblado.
Asaja