ASAJA defiende que la importación de producciones agrarias procedentes de Terceros Países deben estar sujetas al cumplimiento de los mismos estándares y obligaciones productivas que las europeas y que todo acuerdo comercial con países extracomunitarios sólo se debe llevar a cabo tras estudiar las repercusiones sobre el sector agrario nacional, salvaguardando los intereses de los productores y articulando medidas compensatorias para los sectores afectados.
En este sentido, la Eurocámara ha aprobado recientemente un informe en el que se exige a la Comisión Europea que no haga más pactos comerciales internacionales que puedan perjudicar a la agricultura y ganadería comunitaria, incidiendo en el impacto de los acuerdos con los países de Mercosur y el recientemente alcanzado con Marruecos.
En la provincia de Cuenca, el cereal es el sector más afectado por la entrada masiva de producciones de Terceros Países. Girasol, trigo y soja, entre otras producciones, se producen en países emergentes sin cumplir con las exigencias europeas que demanda la sociedad, y que aumentan los costes, en materia medioambiental, sanitaria, de bienestar animal o laboral, para luego competir en el mercado a precios más bajos que las producciones nacionales. Del mismo modo ocurre con los frutos secos y las hortofrutícolas.
Es por ello que ASAJA valora la iniciativa del Parlamento Europeo a favor del respeto al principio de preferencia comunitaria y vuelve a reclamar al Gobierno de España que garantice la rentabilidad de las explotaciones a través de una verdadera política agraria nacional, en lugar de utilizar a agricultores y ganaderos como moneda de cambio a favor de los sectores industrial y de servicios.
Por último, la Organización insiste en que los estados son los que deben garantizar los alimentos en cantidad y de calidad a la población y que, por ello, no pueden dejar el abastecimiento alimentario en manos de Terceros Países, desamparando a sus propios productores y dejando morir al sector agrario nacional.
ASAJA