Nota ASAJA Córdoba
El apoyo o fomento de las razas autóctonas andaluzas en peligro de extinción por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía está quedando bastante en evidencia debido a la ausencia de pago de las ayudas dispuestas en la Orden de 7 de junio de 2001.
Los ganaderos que crían razas autóctonas bovinas como la Berrenda, Cárdena, Negra y Pajuna, alguna caprina como la Blanca Serrana y razas de asnos como el Andaluz o Cordobés, llevan desde el año 2001 sin cobrar las subvenciones establecidas para el mantenimiento de estas razas que están en peligro de extinción.
La justificación que da la Consejería es que las asociaciones de criadores de estas razas no están oficialmente reconocidas para la llevanza de los libros genealógicos, lo que no es del todo cierto.
Desde el año 2001 se han creado en Andalucía varias asociaciones entre cuyos fines estatutarios se establece la mejora y conservación de las razas autóctonas en peligro de extinción correspondientes, pero ni el Ministerio de Agricultura ni la Junta de Andalucía han habilitado el Registro Oficial, ni mucho menos los Libros genealógicos para estas razas.
Los ganaderos han cumplido todos sus compromisos, incluido el de pertenecer a una asociación de criadores, pero la exigencia de estar inscrito en un libro genealógico o llevar un programa de mejora oficialmente aprobado, no depende directamente del solicitante de la ayuda y en todo caso requiere la aprobación formal de la Administración competente, hecho que aún no se ha producido.
La rentabilidad que el ganadero obtiene con estas razas es mucho menor que la que se obtiene con otras razas de aptitud cárnica introducidas de otros países, por ejemplo, un ternero de una vaca berrenda vale de 150 a 200 euros menos que un limusín o un charolés, por lo que si la Junta de Andalucía no paga las ayudas para el mantenimiento de estas razas desaparecerán poco a poco con toda seguridad.
ASAJA Córdoba