Nota de ASAJA
La Asociación Agraria Jóvenes Agricultores – ASAJA- de Ciudad Real se muestra muy preocupada por el tema de la incorporación de jóvenes a la agricultura. Para la Consejería de Agricultura parece un éxito el que 761 jóvenes en toda la región de Castilla-La Mancha hayan cursado su solicitud de incorporación al sector agrario, y en palabras de la Consejera, la línea de ayudas de incorporación de jóvenes agricultores es el “buque insignia” de su departamento, ya que “la población del campo está envejeciendo y es necesaria la aportación de los jóvenes”.
Para la Organización Agraria el hecho de haber cursado 761 solicitudes de incorporación de jóvenes a la agricultura en 2003, de las que sólo 473 consiguieron hacerse cargo de una explotación agrícola o ganadera y recibieron las ayudas que la Consejería tiene destinadas a tal fín, no es como para lanzar las campanas al vuelo. En una región en que la media de la población agraria activa se encuentra entre los 60 y los 65 años y dónde puede haber mas de 70.000 agricultores a título principal, no puede considerarse un éxito el que la incorporación de jóvenes a la actividad agraria haya estado alrededor del 1%. Para no perder activos la incorporación debería estar por encima del 3%.
Lo cierto es que el déficit de activos del sector agrario a nivel nacional es de más de 60.000 agricultores anuales y cada año va en aumento, mientras que las incorporaciones sufren una progresión inversa. Y todo ello a pesar de los programas de incorporación de jóvenes a la agricultura y del esfuerzo que tanto desde ámbitos políticos como sociales se está llevando a cabo para cambiar esta tendencia y conseguir frenar el envejecimiento progresivo de la población agraria.
ASAJA considera que el relevo generacional en el sector agro-ganadero está fracasando, es evidente que los jóvenes no se quieren quedar en el campo, ya sea porque el campo no es rentable o simplemente porque no es atractivo para las nuevas generaciones. En el caso de Castilla-La Mancha, dado que los núcleos de población son más concentrados y mayores este fenómeno no es tan trágico como en otras regiones, donde hay muchos núcleos de población que están condenados a desaparecer.
Si no se consigue cambiar esta tendencia la despoblación rural irá en aumento, y ello provocará cambios en la estructura agraria, se producirá una fuerte concentración de la tenencia en manos de los pocos agricultores y ganaderos que sigan en la brecha, y en manos de las grandes empresas y conglomerados agroalimentarios que permanezcan en el sector con criterios marcadamente empresariales.
Para ASAJA este proceso de alejamiento del campo está produciendo profundas transformaciones; la agricultura del futuro estará en manos de grandes empresas que, por tamaño, podrán hacer una agricultura rentable, pero nada tendrá que ver con la agricultura que hoy tenemos en nuestro país. Algo está fallando en las políticas y programas que buscan la incorporación de los jóvenes a la agricultura, porque aunque hay más programas, el apoyo económico cada vez es menor, por lo que los jóvenes buscan otras alternativas
ASAJA