Estos desbordamientos, según Asaja, «no son culpa del cielo, sino de la tierra ya que no es la cantidad de precipitaciones sino la falta de limpieza y el abandono existente en los cauces los que están propiciando que el agua no pueda seguir su curso con normalidad». La organización agraria criticó, asimismo, que la CHD «no se emplea a fondo» en la limpieza de los cauces.
«Bien por desidia o amparándose en argumentos presupuestarios o de ecologismo de salón, porque la limpieza de los cauces es una práctica preventiva seguramente tan antigua como los asentamientos de población», apuntaron en Asaja.
En estos momentos, explicaron, ocurre que «cualquier pequeño arroyo o regato» se está desbordando, ocasionando daños a parcelas sembradas pero también a caminos e infraestructuras. «El agricultor asiste a este problema sin poder intervenir, porque si tomara la decisión de asumir la labor de limpieza del cauce por sí mismo inmediatamente recibiría una desproporcionada sanción», lamentaron.
Por otra parte, Asaja reiteró que en Castilla y León aún existe capacidad para impulsar nuevos embalses, «del tamaño que técnica y medioambientalmente se juzgue más oportuno», y que tengan la doble función de «evitar inundaciones y, lo que es más importante, almacenar un valioso recurso como es el agua, que posibilita transformar secanos en regadíos y garantizar el abastecimiento de la población».
Europa Press