Las causas de este incremento hay que buscarlas, a juicio de ASAJA, a la gran demanda de estos cultivos para la elaboración de biocarburantes, al aumento considerable de su consumo en países como India y China, en las tarifas para fletes de cereales y en la disminución de la producción del norte de Europa debido a las sequías acaecidas.
Unas cifras que ha sido bien acogida por los agricultores a pesar de que su producción se ha visto mermada debido a las fuertes tormentas de granizo y viento ocurridas a finales de mayo y principios de junio. Esta buena noticia, supone una mejora de la renta de los agricultores cerealistas, mientras que los ganaderos se verán desfavorecidos, ya que supone un aumento en el precio de los piensos.
En total, Castilla-La Mancha registrará 4,4 millones de tm. de trigo, cebada, avena y centeno, mientras que el pasado año la cantidad de producción ascendió a 3,2 millones. De las 4,4 millones de tm., 665.000 tm corresponderían a trigo, 3,4 millones a cebada, 311.000 tm a avena y 29.500 tm. aproximadamente a centeno.
Sin embargo, este incremento de la producción que se ha registrado apenas ha variado la superficie de siembra. En definitiva, las has. cultivadas en nuestra región han sido 1.264.965, lo que supone un aumento de unas 20.000 has..
Pero estos datos se han visto además beneficiados por la calidad de la cosecha, en lo que se refiere a su contenido en proteínas y su peso específico.
Todo esto se traducirá en una mejora en la renta de los productores de cereales, ya que la puesta en mercado de este volumen de cosecha supone prácticamente un récord en el último período de diez años.
Asaja de Castilla-La Mancha