Con el fin de alargar el ciclo del cultivo y con ello conseguir mayores producciones por hectárea, los cultivadores de remolacha se ven en la necesidad de adelantar las siembras y con ello las necesidades de riego para garantizar la nascencia, razón por la que se demanda a las instituciones competentes que adelanten la campaña de riego, si el clima lo requiere como es el caso, al 20 de marzo en vez de al 1 de abril.
Con las nuevas técnicas de cultivo, el riego por aspersión es una práctica imprescindible para garantizar una buena nascencia de la remolacha. El no disponer de agua en las zonas de riego superficial –el que depende de ríos y embalses– está retrasando el momento de la siembra y con ello recortando el ciclo del cultivo, lo que se traduce en menos producción de remolacha por hectárea cultivada.
Las siembras tempranas son una de las prácticas de cultivo que propone el denominado Plan 2014, recién firmado en el seno de la interprofesional remolachero-azucarera, que se marca como objetivo conseguir rendimientos de 120 toneladas por hectárea.
ASAJA considera que esta demanda de adelantar las campañas de riego se justifica por las nuevas técnicas de cultivo, pero además no supone ningún problema ya que en la mayoría de las comunidades de regantes las aportaciones de agua serían del caudal sobrante de los ríos sin necesidad de hacer desembalses, aunque en todo caso este año las reservas hidráulicas también lo permitirían.
Además, las dotaciones de agua en esta época del año, que se limitan a aportar humedad al terreno para hacer nacer la planta, son cuantitativamente poco importantes.
ASAJA pide a las comunidades de regantes y a la Confederación que sean organismos ágiles al servicio del sector, que respondan a sus necesidades cambiantes y que no se guíen por la burocracia y protocolos de actuación que se han quedado obsoletos.
ASAJA Castilla y León