La sectorial sobre la Política Agraria Común que se celebró ayer en Cuenca se centró en el análisis de los posibles escenarios que podrían darse en la provincia de Cuenca si se aplicase la Reforma de la PAC post-2013 en los términos que contempla la actual propuesta legislativa de la Comisión Europea.
El rechazo de agricultores y ganaderos a la nefasta propuesta de reforma se fundamenta en temas tan conflictivos como el previsible recorte de en torno a un 12% del presupuesto comunitario destinado a la Política Agraria Común, actualmente alrededor de los 5.000 millones de euros para toda España y, lo más importante, en el nuevo reparto que se hará de las ayudas.
En esta línea, los reunidos han incidido en que es posible que a partir del 1 de enero de 2014 desaparezcan los derechos de Pago Único tal y como los conocemos actualmente, es decir, en base a criterios históricos, y se proceda a un nuevo reparto de derechos entre aquellos agricultores y ganaderos que solicitaron la PAC en 2011. Así, la propuesta de la Comisión
Europea contempla que estos derechos tendrán el mismo valor en toda España. Según la Organización, en los criterios para el reparto de los nuevos derechos estará la clave para que la nueva PAC sea más o menos beneficiosa para el sector agrario de la provincia. Así, ASAJA de Cuenca trabajará para que esas pautas contemplen las peculiaridades del campo conquense y para que beneficien a los agricultores y ganaderos que viven únicamente de su actividad en este sector.
Medidas como el “greening” o pago verde que propone la Comisión y que podrían suponer hasta el 30% de las ayudas, también preocupan al sector, ya que suponen una nueva vuelta de tuerca a los agricultores y ganaderos conquenses que ya cumplen con estrictas normas de condicionalidad para percibir las ayudas comunitarias y que respetan todos los requisitos productivos que establece la Ley.
Así, ASAJA de Cuenca recuerda que todavía queda mucha negociación por delante y considera que, finalmente, la nueva PAC que comience el 1 de enero de 2014 será, sin duda, más beneficiosa para los profesionales del campo que la actual propuesta.
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