ASAJA de Cuenca estima, ante el principio de la campaña de siega, que las pérdidas en el sector de los cereales de la provincia superan el 50% de media con respecto a la cosecha de la campaña anterior, que la Organización calificó de “normal”.
Así, la producción de la provincia se quedará en torno a las 500.000 toneladas de las aproximadamente 300.000 hectáreas cultivadas. En el caso de la cebada, que abarca 260.000 hectáreas, los rendimientos medios descienden hasta los 1.700 kg/ha. de media y las estimaciones de cosecha son de 450.000 toneladas, lo que traducido a términos económicos supone pérdidas de 90 millones de euros en la producción final agraria.
Ante este ruinoso panorama, ASAJA de Cuenca exige a los Gobiernos regional y nacional que contemplen en sus planes de medidas para paliar los daños de la sequía, ayudas para los profesionales del sector de cereales de secano. En primer lugar, ASAJA considera imprescindible mejoras fiscales, entre las que destaca una mayor rebaja de módulos aplicables a la declaración del IRPF correspondiente a 2012 y que los profesionales se puedan deducir las facturas de gasóleo y fertilizantes. Otra de las propuestas de la Organización es la bonificación de los seguros agrarios y la ampliación de la carencia en las amortizaciones de los préstamos concedidos a los agricultores y ganaderos. En este sentido, ASAJA insiste en que el sector agrario es el sector que más liquidez inyecta al sistema financiero y que, por ello, la banca, con la gestión de la Administración, no se puede negar a dar financiación a los agricultores y ganaderos.
En opinión de la Organización, estas medidas serán necesarias para mantener la actividad económica de uno de los sectores más importantes de la agricultura conquense que, cabe recordar, es la base para la elaboración de alimentos sanos, seguros y de calidad.
Por último, los responsables de oleaginosas de ASAJA ponen el acento en que a la mala producción de cereales se puede sumar una nefasta cosecha de girasol si no llueve en las próximas semanas, como ya ocurre en otras provincias de España como Cádiz o Huelva, en las que el cultivo va más adelantado y los agricultores ya afrontan importantes pérdidas.
Asaja