ASAJA de Cuenca ya ha tramitado un tercio de las contrataciones de la campaña de recolección de ajo, que comenzó en junio con las variedades tempranas y se prolongará hasta mediados de julio con el ajo blanco y morado. En total, ASAJA estima que repetirá las cifras de año pasado cercanas a las 3.500 altas, de trabajadores extranjeros mayoritariamente, que suponen un 75% del total de las contrataciones que se realizan en la provincia para esta campaña.
Según el responsable del departamento laboral de la Organización, Ángel Fuente, la recogida se está desarrollando con normalidad, aunque este año ha sido el primero en el que la campaña de ajo se ha visto afectada por la moratoria que obligaba a los trabajadores de origen rumano a tener permiso de trabajo, ya que el año pasado entro en vigor coincidiendo con la vendimia. Así, ASAJA de Cuenca está realizando este trámite, que inevitablemente entorpece la gestión de las contrataciones, de la forma más ágil posible gracias a la colaboración de la Administración. Del mismo modo, la Organización se ha volcado en la prevención de riesgos laborales para facilitar a los empresarios agrícolas el cumplimiento de la normativa.
Con respecto al cultivo, ASAJA destaca que este año se mantiene la superficie, en la que se ha sembrado más ajo temprano en detrimento del morado y blanco, aunque la producción final descenderá entre un 10 y un 20% a causa de la sequía y las heladas de invierno, que han provocado que el ajo tenga un tamaño menor al normal, aunque la calidad sea excelente.
Además, según Antonio Escudero, responsable de ajo de ASAJA, las últimas tormentas han perjudicado a cerca de 300 hectáreas de productores conquenses, de las cuales unas 100 tienen daños de granizo de entre un 20 y un 30%, según las primeras valoraciones de la Organización.
Para cuantificar los daños del resto, inundadas en mayor o menor medida a causa de las intensas lluvias, habrá que esperar a ver cómo evolucionan las plantas en los próximos días. Con respecto a la rentabilidad, las perspectivas son moderadamente optimistas, ya que tan sólo hace 20 días el mercado estaba parado y los precios por debajo de costes y, sin embargo, ahora se están haciendo operaciones, sobre todo en el mercado europeo y los precios son suficientes para cubrir los gastos de producción.