ASAJA: ‘Debemos transmitir tranquilidad a los consumidores en relación a la Lengua Azul’

Remitido por ASAJA-Castilla La Mancha

Tras el brote de lengua azul registrado en las comunidades andaluza y extremeña, la Asociación Agraria-Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Castilla-La Mancha ha querido transmitir a los consumidores un mensaje de tranquilidad porque los controles realizados al ganado regional no han reflejado hasta el momento ningún caso positivo y ha advertido de que, en cualquier caso, se trata de una enfermedad animal que no tiene consecuencias para el consumo humano.

La Organización ha valorado las medidas cautelaras adoptadas por la Consejería de Agricultura y el buen funcionamiento del sistema de control que ha permitido chequear buena parte del ganado vacuno sospechoso por haber entrado en Castilla-La Mancha desde el 1 de agosto de 2004 procedente de Andalucía, lugar donde apareció el foco inicial de la enfermedad, y que se cifra en 4.500 animales de 176 explotaciones.

En este sentido, la Organización ha pedido a los ganaderos la máxima colaboración con los servicios veterinarios de la Consejería de Agricultura a fin de que los análisis de sangre para confirmar que realmente no existe esta enfermedad puedan realizarse con la mayor agilidad posible.

ASAJA de Castilla-La Mancha confía en que las restricciones al movimiento de ganado puedan levantarse pronto aunque ya ha solicitado a la Consejería de Agricultura que se estudien las medidas necesarias para paliar las posibles pérdidas económicas que se ocasionen a los ganaderos de la región.

A partir de mañana, según ha avanzado la Consejería de Agricultura, se fijará una zona restringida de movimientos de ganado de 150 kilómetros alrededor de los dos brotes detectados en Cáceres y Badajoz, dentro de la cual queda prohibido el movimiento de ganado con destino a venta en vivo y los animales con destino a sacrificio sólo podrán dirigirse a los mataderos que estén incluidos en la zona.

Esta demarcación incluye a las comarcas ganaderas toledanas de Los Navalmorales, Talavera, Oropesa y Belvís de La Jara, además de Horcajo, Piedrabuena, Almodóvar y Almadén, en la provincia de Ciudad Real.

Asimismo, se establecerá una zona de seguridad, donde quedan prohibidos los movimientos de ganado con destino a venta en vivo, pero se permiten los traslados de animales a cualquier matadero, una vez chequeados.

España ha sufrido tres grandes epidemias de lengua azul, una en 1960 y otras dos más recientes en los años 2000 y 2003 que sólo afectaron a las Islas Baleares.

La lengua azul es una enfermedad infecciosa no contagiosa, de etiología viral que afecta a los ovinos, caprinos, bovinos y a algunos rumiantes silvestres. Es transmitida principalmente por picaduras de insectos artrópodos hematófagos del género Culicoides y no afecta a humanos. La enfermedad se caracteriza por producir procesos febriles con inflamación catarral en las mucosas respiratorias y digestivas, inflamación en las bandas coronarias y láminas sensibles de las pezuñas, así como también degeneración muscular. En la hembra gestante produce placentitis, abortos y malformaciones congénitas. En el macho, infertilidad temporal con debilidad y emanación que dan lugar a una convalecencia prolongada y considerables pérdidas en la productividad.

Los animales adultos que se recuperan de la infección, generalmente desarrollan inmunidad únicamente a la cepa del virus responsable de la misma, y no son portadores del agente causal.

La lengua azul no es una zoonosis, por lo que no se transmite a humanos. Esto implica que los productos elaborados con animales que posean el virus no tendrán ninguna repercusión para los consumidores, siendo entonces un problema de sanidad animal.

ASAJA

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