Esto se debe a que los profesionales del campo cotizan mayoritariamente por un régimen de módulos en el que se tienen en cuenta los ingresos, que en algunos subsectores han subido, pero no se tienen en cuenta los mayores gastos por la subida de los input o medios de producción, particularmente el gasóleo y los fertilizantes. Según los cálculos de ASAJA, la declaración de 2007 para una explotación media de la región supondrá desembolsar alrededor de 1.200 euros más que la campaña 2006.
El gobierno no ha variado el porcentaje que considera como beneficio sobre la facturación total, ni tan siquiera para cultivos como la remolacha, que ha pasado a facturar de 48 euros por tonelada antes de la reforma de la OCM, a 32 euros en la campaña pasada, desoyendo así una petición reiterada de ASAJA y otras organizaciones del sector. La medida fiscal más criticada por ASAJA ha sido la supresión para el IRPF de 2007 de una desgravación que se venía aplicando sobre el gasto en fertilizantes y gasóleo, y esto se produce cuanto el precio de los fertilizantes se ha duplicado en un año y el del gasóleo agrícola está a punto de batir todos los récord y llegar a un euro por litro.
ASAJA denuncia que es Castilla y León una de las regiones más castigadas por la subida de los fertilizantes y los abonos por su tipo de agricultura, por lo que reitera la necesidad de un gasóleo profesional –sin impuestos especiales y con un IVA reducido– y medidas que acaben con el oligopolio de las multinacionales que venden abonos químicos.
Como ya denunció también ASAJA en plena campaña electoral, el sector agrario ha quedado excluido, sin otro motivo que la falta de sensibilidad del Gobierno, de la medida de gracia de devolver 400 euros a cada contribuyente, algo de lo que sí se beneficiarán el resto de ciudadanos en los próximos meses.
Por último, ASAJA quiere dejar constancia de que el sector primario no ha incrementado su renta por el alza de los precios de los cereales y otros productos agrarios, ya que los mayores márgenes se los han “comido” los mayores costes. Además, los precios han subido cuando la mercancía no estaba ya en poder del agricultor y han vuelto a bajar de forma “silenciosa” hasta un 20 por ciento en las últimas semanas. Por el contrario, la subida de las materias primas agrarias ha elevado los costes de alimentación en un sector ganadero que acarrea pérdidas desde hace más de dos años.
ASAJA-Castilla y León