Nota de ASAJA GRANADA
El anuncio por parte de EBRO PULEVA de bajar el actual precio de la leche en 0’02 euros/kilo para los meses de marzo y abril ha generado fuertes protestas entre los ganaderos que ven cómo, una vez más, esta empresa actúa con ellos de forma prepotente, creándoles con sus decisiones injustificadas graves perjuicios económicos. ASAJA GRANADA en un intento de dar una vía de solución al conflicto se ha reunido con los responsables de compra de EBRO PULEVA pero éstos han desoído cualquier petición, de ahí que no haya habido acuerdo posible.
Dicha bajada de 0’02 euros/kilo supone, de hecho, un descenso de ganancias de un 1’88% en el mes de marzo y de un 3’8% en el mes de abril respecto del actual precio base medio de la leche, que se sitúa en 0.301 euros/kilo. El total acumulado sería del 6% (0,018 euros) lo que equivale a una pérdida anual en el conjunto de las explotaciones andaluzas de 18.000.000 de euros. En la provincia de Granada, en concreto, las pérdidas rondarían 1.500.000 euros.
ASAJA GRANADA apunta que esta circunstancia coincide, además, con el incremento en un 30% ó un 40% de los costes de alimentación de los animales y con la entrada en vigor, a partir del 1 de abril, de un nuevo paquete normativo que incluye medidas destinadas al control de la tasa láctea, el nuevo régimen de sanciones y el programa de trazabilidad de la leche. La consecuencia fundamental de la aplicación de dichas medidas repercutirá en una menor cantidad de leche que ofertar a la industria, provocándose con ello aún mayor inestabilidad en los precios.
Denuncias y responsabilidades
ASAJA GRANADA denuncia la política comercial de EBRO PULEVA de bajada de precios en origen de la leche, ya que carga todas las responsabilidades en el productor/ganadero, es decir, en el eslabón más débil de la cadena, y ello cuando la citada empresa láctea se encuentra en un buen momento económico, con más de 100.000.000. de euros de beneficios netos durante el 2003.
Manuel del Pino, secretario de ASAJA GRANADA, recuerda el momento histórico en que EBRO PULEVA estuvo casi a punto de desaparecer y cómo fueron los ganaderos quienes se solidarizaron entonces con la empresa al no interrumpir el suministro de leche y asumir un retraso en su pago de tres meses, con riesgo incluso de no cobrarla. Asimismo, señala las presiones a que EBRO PULEVA ha sometido al Ayuntamiento de Granada y otras instituciones para recibir ayudas y cesiones de terreno, bajo amenaza de traslado de su planta a otros territorios.
ASAJA GRANADA responsabiliza, por último, a la Administración tanto nacional como autonómica por su falta de colaboración y por su permisividad con la industria láctea.
ASAJA GRANADA