Remitido por ASAJA Sevilla.
Actualmente, sólo el 4, 5% de los activos tiene menos de 35 años y el 56% supera los 55 años. La incorporación de jóvenes a la actividad agraria es prácticamente inexistente. Sólo se apuntan una parte de los que ya se hallan ligados a las explotaciones cuando no tiene otras salidas en la construcción o los servicios.
En medios agrarios y de la Administración se explica esta situación por la falta de atractivo económico y social de la actividad agraria a pesar las ayudas que percibe el sector. En el último año, agricultores y ganaderos recibieron ayudas compensatorias por 800.000 millones de pesetas. Sin embargo, esos recursos no los pagó Bruselas de forma graciosa, sino para compensar la rebaja de los precios durante la última década. Hace 16 años, el precio de un kilo de cebada superaba las 26 pesetas, mientras en este momento se halla en 19 pesetas.
En el sector se estima que las únicas formas de atraer a los jóvenes es la de aumentar la rentabilidad de la actividad y la de desarrollar un medio rural menos inhóspito durante todo el año y más atractivo no solamente para el agricultor y ganadero, sino también para su familia.
ASAJA