Es por ello que ASAJA de Castilla-La Mancha ha denunciado no sólo que las industrias han conseguido dar un pelotazo histórico a costa de los agricultores –sólo en Castilla-La Mancha se han embolsado 10 millones de euros- sino que además el Gobierno se ha alineado con ellas.
“Hasta ahora, los responsables de la situación de los productores de cultivos energéticos habían sido las empresas transformadoras pero ahora se les ha unido el Gobierno, con sus decisiones en contra de los productores y la Consejería de Agricultura, por su ineficacia a la hora de intermediar a favor de los intereses de los agricultores”, apunta la Organización Agraria.
La Organización se refiere a que el MAPA no ha informado hasta hoy de la fecha límite para renunciar a las ayudas cuando se fija como plazo máximo hasta el 18 de octubre y, por lo tanto, las renuncias efectuadas a partir de esa fecha no se considerarán validas.
ASAJA ha calificado esta actuación de “inexplicable”, sobre todo, si se tiene en cuenta que fue el propio Director General de Desarrollo Rural el que entregó a ASAJA la normativa que iba a regular la posible renuncia y en donde aún no se contemplaban fechas.
Además, y debido al rebasamiento de superficie que se ha dado en la Unión Europea, ASAJA solicitó a las administraciones que esta situación sirviese para modificar las condiciones de entrega. Ahora bien, ni la consejería de Agricultura ni el Ministerio han adoptado a este respecto ninguna medida para paliar la difícil situación en la que se encuentra el agricultor con este tipo de cultivos.
ASAJA ha estado trabajando duramente, manteniendo continuas reuniones con todos los implicados: agricultores, empresas, el MAPA y la Consejería de Agricultura con el único objetivo de que el agricultor reciba por el girasol destinado a biodiesel un precio asimilable al del mercado. Sin embargo, ha quedado demostrado que, con el sistema industrial y el sistema especulativo que existe actualmente, es muy difícil trabajar y mucho más resolver este problema.
Desde ASAJA siempre se ha apostado por los cultivos energéticos, pero cada vez más, teme por su futuro y critica la falta de voluntad que están demostrando las administraciones para prestarles un apoyo decidido acusándolas de poner en peligro el futuro de este cultivo.
ASAJA de Castilla-La Mancha