Nota de ASAJA-Sevilla
La organización critica que, por enésima vez los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) quieren impedir que se escuchen las voces críticas con su gestión y han vuelto a vetar a las organizaciones agrarias, a las que no se ha invitado a participar en la mesa redonda que se celebra hoy en Sevilla para presentar el Plan de Sequía de la cuenca del Guadalquivir.
El Presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, consideró que, “con esta actitud, los dirigentes de la Confederación que tanto pregonan una Nueva Cultura del Agua, cometen una falta de respeto y consideración hacia las Organizaciones Agrarias, representantes legítimos de los agricultores”.
A juicio del presidente de ASAJA-Andalucía, el motivo de este veto es muy simple, “saben perfectamente que el Plan Especial de Sequía que han elaborado bajo el prisma de la Nueva Cultura del Agua, pese a su enorme volumen, es un bluf, un compendio de definiciones en el que no se ofrece ninguna solución al déficit hídrico de la cuenca, por lo que no quieren dar participación a un colectivo que va a sacarles los colores al poner de manifiesto las enormes carencias del Plan”.
Y es que el déficit hídrico que padece Andalucía es la principal preocupación de agricultores y de ciudadanos andaluces. En la pasada campaña los agricultores de la cuenca del Guadalquivir sufrimos una severa restricción en el agua para riego que paso de los 7.000 m3/Ha de una campaña normal a tan sólo 3.000 m3/Ha. lo que ha supuesto un severo varapalo para miles de explotaciones que dependen del agua de riego para desarrollar su actividad.
Los más de 400 folios de que consta el Plan se dedican casi en su totalidad a definiciones, tablas de datos y descripciones de las situaciones de cada sistema de la cuenca. Sin embargo, el Plan ni contempla ni dota presupuestariamente aspectos tan importantes para los agricultores, y en definitiva para todos los ciudadanos, como la agilización y autorización para la construcción de microbalsas y/o microembalses respetuosos para el medio ambiente que puedan paliar el problema de la sequía en zonas específicas ganaderas y de regadío donde las escorrentías permitan almacenar el recurso.
Tampoco se culmina el PLAN ALBERCA, fundamental para resolver los expedientes administrativos de los usuarios de pozos que llevan más de veinte años esperando solución. Y lo que es más importante, en una cuenca deficitaria como la del Guadalquivir, no se agilizan obras cruciales como la construcción y puesta en funcionamiento de pantanos como Melonares, La Breña 2 y otros seis embalses que duermen el sueño de los justos.
Desde ASAJA-Andalucía queremos recordar a los responsables de la Confederación y a todos los ciudadanos que el regadío supone tan sólo el 18% de la superficie agraria andaluza, pero en esa superficie, y gracias al buen uso que hacen los agricultores del agua se obtiene el 60% de la producción final agraria de Andalucía (casi 6.000 millones de euros) y el 55% por ciento de todo el empleo generado por la agricultura, que sólo en la cuenca del Guadalquivir da empleo a 128.000 personas.
Además, debemos recordar que la mayoría de los embalses fueron construidos para cubrir las necesidades de la agricultura, y muchos de ellos fueron costeados por los propios agricultores, y ha sido con posterioridad cuando al agua de estos embalses se le ha dado el abastecimiento urbano como destino prioritario, por lo que es de justicia que a los agricultores se les restituya el agua desviada a estos otros fines mediante la construcción de nuevos embalses.
ASAJA-Sevilla