Asaja exige a Juan Vicente Herrera que garantice la sanidad de los ciudadanos de Castilla y León

Ante las innumerables quejas de los agricultores que veían cómo los roedores se comían en parte o totalmente su cosecha, Asaja presionó a las distintas administraciones para que se tomasen las medidas oportunas para erradicar la plaga y compensar las pérdidas económicas. Desgraciadamente no hemos contado con un método efectivo de erradicación por parte de las administraciones, y además otros agentes externos como los ecologistas han denunciado las posibles soluciones.

Lejos de erradicarse, la plaga se ha extendido por toda la región y en este momento son más de 400.000 las hectáreas afectadas en Castilla y León. Pero siendo esto importante para el sector al que la organización representa creemos que, ante todo, es a los ciudadanos de Castilla y León en general a quienes se está poniendo en peligro su salud. Es habitual ya que los parques y jardines de nuestros pueblos estén plagados de roedores que comparten espacio con nuestros hijos, pero hay otros efectos de la plaga mucho más negativos que se produce cuando los topillos mueren y, por el efecto de la descomposición y el calor, se da una plaga masiva de moscas negras, garrapatas y todo tipo de enfermedades e infecciones.

No entendemos cómo ante las enormes proporciones de la plaga no se está actuando por parte de las administraciones de manera firme, ni tampoco que ésta sea la imagen que queremos dar de Castilla y León, mucho menos en los meses de verano cuando se registra una mayor afluencia de turismo y ocupación en el medio rural.

Hoy hemos querido denunciar “in situ” la situación más alarmante y preocupante, que es la aparición de millones de topillos muertos en todos los ríos, arroyos y regueras de Castilla y León. No hay que olvidar que en estos cauces, por poner algunos ejemplos, se abastecen capitales como Palencia -del Carrión-, Valladolid -del Pisuerga- o Zamora -del Duero-.

La descomposición de millones de topillos muertos en nuestros ríos está provocando la proliferación de bacterias, gérmenes y enfermedades que pueden transmitir al agua, poniendo en peligro a los peces y las aves que tanto bebiendo el agua como comiendo parte de los topillos muertos puede repercutir en la cadena del resto de animales. Pero además la ciudadanía de Castilla y León tiene que saber que cuando bebe agua del grifo, horas antes ha estado en los ríos de nuestra comunidad llena de topillos muertos. ¿Son suficientes las medidas sanitarias que las depuradoras de nuestros pueblos y ciudades tienen para prevenir los posibles contagios?, ¿son conscientes los alcaldes recién elegidos de esos municipios de que pueden envenenar o infectar a todo su municipio con el agua pública que abastece a sus ciudadanos? Si no pueden garantizar estas condiciones, deben prevenir a la sociedad y exigir responsabilidades a las administraciones y a los políticos que les representan.

Ante tal situación ASAJA exige con la máxima firmeza y rotundidad a las administraciones, tanto nacional como regional, una solución urgente y eficaz y pide a Juan Vicente Herrera -al que los ciudadanos de Castilla y León eligieron como presidente por muchos motivos, entre los que sin duda figurará como principal que se garantice su salud- que mañana, en el debate de investidura se comprometa a erradicar la plaga de topillos y garantizar a la sociedad de Castilla y León que las condiciones higiénico sanitarias de esta región son saludables para las personas.

De no obtener estas garantías, ASAJA pide a los castellanos y leoneses que tomen las medidas oportunas para que exista el mínimo riesgo de enfermedad y contagio, pero que a la vez formulen las denuncias ante quien corresponda para que se garanticen las condiciones sanitarias y de higiene que en los pueblos y ciudades del siglo XXI tenemos que tener los ciudadanos.

Asaja

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