Sólo en el último año, el gasóleo de tipo B ha subido más de un 54 por ciento, un incremento que los agricultores no pueden repercutir en la venta de su producción.
Según los cálculos de ASAJA, para una explotación media de secano (unas 150 hectáreas) de la región la subida de los últimos doce meses del gasóleo y los abonos supone un gasto un 60 por ciento superior a la de la campaña anterior, es decir, 15.582 euros más. Considerando que sólo en gasóleo y fertilizantes la explotación ya ha gastado 42.000 euros, y teniendo en cuenta que los precios de los cereales se han recortado en los últimos meses, la ganancia neta que le quedará al agricultor puede ser incluso inferior a la obtenida en campañas como por ejemplo la de 2006, cuando en apariencia los precios del cereal y la cebada eran más modestos.
Una vez concluyan las lluvias, serán los agricultores de regadío los que comprobarán en toda su crudeza la desmesurada y por ahora incontrolada subida del gasóleo: regar cada hectárea por sondeo les costará 974 euros, 339 más que el año pasado, una pequeña fortuna.
“Es difícil de hacer comprender a un profano que, a pesar de que las expectativas de cosecha son buenas y de que los precios no son bajos el agricultor tiene motivos para desconfiar de los beneficios. Al final, somos víctimas de movimientos que especulan con la subida de lo que vendemos para luego beneficiarse de ello aplicando subidas en los medios de producción”, lamenta ASAJA.
ASAJA considera que la gravedad del tema exige el máximo interés y compromiso por parte de las administraciones, que no pueden ni deben escudarse en las dificultades de variar la fiscalidad que grava al gasóleo. A parte de la reducción o eliminación del IVA, también puede jugarse con la eliminación del impuesto especial de hidrocarburos, y con otras medidas coyunturales como la reducción de los índices de rendimiento neto y la deducción de los gastos de gasóleo y fertilizantes en el régimen de estimación objetiva de módulos, o el incremento de porcentaje de gastos de difícil justificación en el régimen de estimación objetiva. Por otro lado, ASAJA considera que hay que seguir trabajando a favor del uso de energías renovables en el sector agrario y no perjudicar ni gravar otras fuentes alternativas, como va a ocurrir a partir del 1 de julio, con la nueva normativa sobre energía eléctrica.
ASAJA Castilla-León