Ante esta tesitura, ASAJA pide que se adelante el proceso electoral por el grupo de los impositores, entidades de interés general y trabajadores, que en principio está previsto para la próxima primavera, y sean estos grupos quienes decidan el modelo financiero que quieren para Castilla y León. En opinión de ASAJA, no se puede ir a un proceso electoral con un programa y después ejecutar otro diametralmente opuesto sin sentir el más mínimo rubor. Según se está llevando a cabo el proceso de fusión o integración de las cajas de ahorro, se está usurpando el principio de proporcionalidad, ya que se deja toda la capacidad de decisión en manos del grupo que representa el poder político y se relega la opinión del impositor al papel de mero observador.
La organización agraria ASAJA, mayoritaria en el sector agrario y principal fuerza socioeconómica en el medio rural de Castilla y León, lamenta que una decisión de tanta trascendencia como es el futuro de las cajas de ahorro de la región, se tome únicamente en los despachos y no se consulte con los ciudadanos ni con organizaciones sociales más relevantes en su conjunto que las cobijadas al lado del poder y que recientemente ha blindado la Ley del Consejo del Diálogo Social.
La organización agraria ASAJA está también preocupada por el futuro que las mismas fuerzas políticas tienen previsto para las cajas rurales de la región, aunque en unas entidades en las que no hay poder, el destino podría ser dejarlas morir por inanición anulando toda presencia agraria en el mundo financiero regional.
Asaja