Haciendo un rápido balance de lo que ha representado 2008 para el sector agrario, la fuerte subida experimentada por las materias primas agrarias durante el último semestre de 2007 se mantuvo en el primer trimestre de 2008, pero a partir de la primavera, y coincidiendo con el comienzo de las principales campañas de recolección, los precios en origen experimentaron un brusco descenso que se agudizó a partir de agosto, y los precios percibidos por los productores de las principales producciones agrícolas (cereales, oleaginosas, aceituna de mesa, aceite y cítricos) y ganaderas (porcino, vacuno y ovino) se hundieron, volviendo a niveles de mediados de los 80.
En el lado de los insumos, el gasóleo, pese a haber bajado en el último trimestre, se situó en el mes de junio un 26% por encima del precio del año anterior; mientras que la subida media de los principales fertilizantes entre octubre de 2007 y octubre de 2008 se sitúa en torno al 200%, con especial incidencia en el nitrato potásico (168%), ácido fosfórico (146%), fosfato monoamónico (274%), fosfato monopotásico (232%) y el complejo 8-15-15 (170%). Herbicidas de uso común como el glifosato tuvieron subidas por encima del 100%.
En el caso del sector ganadero la situación es más grave si cabe, puesto que 2008 es el segundo ejercicio de crisis para quienes viven de la actividad ganadera, que ya en 2007 vivió un año amargo por el incremento del coste de los piensos y la reducción de los precios en origen, crisis que en el caso de los ganaderos de ovino se vio agravada por las pérdidas que la lengua azul provocó en este sector.
En 2008 se ha agrandado el abismo entre los precios en origen y los precios en destino. El precio que percibe el agricultor por sus producciones y el que paga el consumidor en el punto de venta experimenta un incremento de más de más de un 1.000% en el caso de los cítricos, y de casi un 600% en el caso de la patata o la zanahoria. Mientras que en producciones ganaderas estos márgenes superan el 300% de incremento en el caso del conejo o del pollo y llegan hasta el 400% en el caso de la ternera y más de un 500% en el caso del cerdo.
El acuerdo para la reforma de la PAC –Chequeo Médico de la PAC 2008- fue la puntilla de un año absolutamente irregular, en el que el MARM ha dado su visto bueno a una nueva vuelta de tuerca de la PAC que supone un varapalo brutal para los agricultores, que, mediante el incremento de la modulación, verán reducidas las ayudas agrarias. Este recorte supondrá para el conjunto de agricultores y ganaderos profesionales, aquellos que perciben más de 5.000 euros en concepto de pago único, unas pérdidas que superan los 1.000 millones de euros entre 2009 y 2012.
Bruselas permite que esta reducción, ya de por si grave, se incremente hasta en otro 10% por la aplicación del artículo 68, lo que elevaría las pérdidas del sector agrario en otros 2.000 millones de euros en el periodo 2009-2013. No obstante, el secretario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu, se comprometió, en un encuentro con ASAJA el pasado 4 de diciembre, a no aplicar este recorte adicional de ayudas.
Ante la gravedad de la situación por la que atraviesa el sector agrario, que junto a su propia crisis y la falta de apoyo público sufre también la crisis económica y financiera mundial ASAJA reunirá a su Junta Directiva a principios de febrero para evaluar la situación y proponer un plan de acción para 2009 que, en colaboración con todo el sector agrario, refuerce el carácter reivindicativo y asegure que se ponen en marcha todas las medidas necesarias para solventar esta situación y asegurar que el sector agrario salga definitivamente a flote.
ASAJA