Remitido por Asaja – Extremadura:
De todas las soluciones que planteamos para hacer frente a la enfermedad desde ASAJA, únicamente se nos ha hecho caso en la relativa a la vacunación de la cabaña ovina con lo que al menos esperemos evitar la aparición de nuevos focos.
Del resto de peticiones que volvemos a insistir no ha habido contestación alguna. Y son las siguientes:
Que esta enfermedad salga de la denominada lista A de la OIE (oficina internacional de epizootias) ya que se ha demostrado que la misma no tiene el carácter de epidémica y no es nociva para la salud humana.
ASAJA pide la suspensión inmediata del sistema de recogida de cadáveres, tanto de ovino como de vacuno ya que es el primer elemento transmisor de enfermedad.
ASAJA exige coherencia administrativa en esta enfermedad. Pues bien la Junta y Ministerio persisten en la misma. No se pueden modificar quincenalmente las exigencias a los ganaderos.
ASAJA exige que se acabe con la descoordinación tan tremenda y las exigencias tan diferentes que cada una de las O.V.Z. de la región esta imponiendo a los ganaderos y que exista un criterio único a la hora de determinar los periodos de supresión de consumo de la carne tras realizar las labores de desinsectación.
ASAJA no entiende como todavía la Junta de Extremadura no ha sacado a la luz el decreto que regule la construcción y homologación de los centros de aislamiento. Deberían de considerar esta cuestión de vital importancia con el fin de facilitar al máximo los movimientos de animales .
ASAJA tampoco entiende como a estas alturas no se ha solucionado el problema de la trashumancia lo que provocara en breves fechas unas situaciones disparatadas al no ser posible el regreso de estos animales a pastos de montaña para pasar el verano.
Y lo peor de todo es la nula colaboración de la Administración Central en paliar las desgraciadas consecuencias económicas que esta suponiendo esta enfermedad. Nuestros vecinos portugueses han entregado a fondo perdido a sus ganaderos la cantidad de ocho euros por oveja y treinta por vaca para paliar en parte los daños sufridos por la lengua azul y por la sequía. Y mientras en España, el Ministerio de Agricultura sigue mirando a otra parte.
El viernes pasado cuando todavía no se habían aprobado las nuevas medidas pero ya eran sabidas por todos se produjo la primera rebaja en las cotizaciones de la LONJA de Extremadura, a la que desgraciadamente como sucedió cuando se declaro esta enfermedad seguirán otras.
La valoración de los daños que sufrirán los ganaderos en los próximos ocho meses que van a estar en vigor estas medidas son las siguientes.
Una disminución media por cordero en relación al resto de las zonas libres de 12 euros por animal, que si lo multiplicamos por los aproximadamente 2,4 millones de corderos que han de salir se convierte en una perdida de 28,8 millones de euros en el sector ovino.
En el sector vacuno y dada la imposibilidad material de sacar los terneros a cebar fuera de la región, los especuladores provocaran una baja da artificial en torno a los 70 euros por animal que multiplicado por los aproximados 230.000 animales que debería salir las perdidas en este sector se aproximan a 16,1 millones de euros.
Pues bien, esta cifras las sufriremos los ganaderos con la aquiescencia de la Junta de Extremadura y sin respuesta alguna por su parte. Las cifras desgraciadamente pueden ser peores si a partir de mayo los terneros empiezan a sufrir las consecuencias de las decisiones de la nueva reforma de la PAC en la que el Ministerio ha tenido a bien quitar dinero a los ganaderos extremeños a favor de los “taxistas catalanes” a los que ha entregado la prima de los bovinos machos.
Asaja – Extremadura