Nota de ASAJA Granada
La Reforma de la Política Agraria Común crea un horizonte de incertidumbre respecto de las ayudas a la renta agraria, las cuales podrían llegar a desaparecer en un futuro no muy lejano. Frente a esta situación sólo cabe apostar por la orientación al mercado con productos de calidad que demanda el consumidor, por las nuevas fuentes de renta: turismo rural, elaboración de productos artesanales, manipulación y comercialización de productos, etc.; por la conservación del medio ambiente y las nuevas tecnologías. Estas son las líneas maestras que perfilan el futuro de la Agricultura, según se concluyó ayer en el “Seminario Agricultura y Sociedad: Importancia económica, diversidad funcional y nuevas políticas” organizado por ASAJA GRANADA con la co-financiación de la Unión Europea.
El Seminario se celebró ante una gran afluencia de público, más de doscientos asistentes, y contó con la participación de importantes especialistas: Rafael Gómez Sánchez, delegado provincial de Agricultura de Granada; Dolores Merino Chacón, presidenta de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural; Francisco Entrena Durán, profesor de Sociología de la Universidad de Granada; Jaime Loring Miró, profesor emérito de la Facultad de CC. Económicas de ETEA, de Córdoba; Massimo Canalicchio, presidente del Centro de Formación de la Confederación Italiana de Agricultores; Teresa Fajardo del Castillo, Profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Granada y Vicente Pérez García de Prado, Director de Asaja Andalucía.
El presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato Trigueros, intervino, asimismo, en calidad de experto y máximo representante de la citada organización agraria. Habló ante el auditorio de la aplicación de la Reforma de la Política Agraria Común y señaló que “las reglas cambian pero el juego sigue” y que a partir de ahora habrá que tener en cuenta criterios medioambientales y sanitarios para cobrar las ayudas a la renta. Dijo que la OCM del aceite (junto con los cereales y el vino) es la más importante para ASAJA por la cuantía económica que representa para España y que es necesario que la Unión Europea aumente la cantidad nacional garantizada de aceite, fijada actualmente en 662.000 toneladas, para ajustarla a nuestra realidad productiva, 1.400.000 toneladas estimadas para este año 2004.
Conclusiones
Entre otras de las conclusiones destacadas en el Seminario cabe señalar: 1) la importancia de las mujeres en el éxito de la economía rural y la necesidad de que se éstas participen plenamente en el proceso de toma de decisiones de la política de desarrollo rural; 2) la apuesta por las nuevas tecnologías para que la agricultura tenga un desarrollo sostenible; 3) la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres como requisito esencial para el éxito de las políticas de desarrollo y el crecimiento sostenible de las zonas rurales; 4) la carencia de la comercialización en el sector agrícola y la falta de profesionales dedicados a esta actividad y 5) la necesidad de una visión positiva de la Reforma de la Política Agraria como medio de solución de problemas de excedentes, de conflictos comerciales, de escasa atención a las buenas prácticas, de seguridad alimentaria y de respeto al medio ambiente. Se dejó sobre la mesa una importante pregunta: si era o no el momento de plantearse una nueva dirección estratégica de la agricultura española.
Por otra parte, se estimó que era necesario el relevo generacional en el campo dado que la edad media de los agricultores sobrepasa la edad de 57 años. Esta cifra la ofreció en su intervención el delegado provincial de Agricultura de Granada, Rafael Gómez, quien hizo mucho hincapié en este problema del envejecimiento de la población agraria que, según afirmó, en la provincia de Granada afecta sobre todo a las zonas de interior. Sobre el tema de la sucesión también incidió el presidente nacional de ASAJA, Pedro Barato, quien dijo que hay que facilitarle al agricultor que pueda dejar su actividad a sus hijos y hacer una definición nueva del Régimen Agrario de la Seguridad Social (REASS) adaptada al siglo XXI.
Asaja Granada