La construcción del Canal del Portillo es una obra incluida en el Plan de Obras Públicas del año 1982 para posibilitar los riegos previstos en el Plan de Transformación de Regadíos de la zona norte de Granada en los años 80. El proyecto fue sufriendo transformaciones a lo largo del tiempo, y así, tras la construcción del embalse del Negratín, en 1985, se incorporó como infraestructura hegemónica para el aprovechamiento de dicha obra de regulación dentro del Plan de Regadíos de la Junta de Andalucía, según Decreto 178/1989. Dicho proyecto, nunca ajeno a la polémica, no se llegó finalmente a ejecutar en ningún plan, aunque volvió a ser retomado a finales del año 2002 con el anterior Gobierno, adaptado esta vez a nuevas exigencias medioambientales y necesidades de riego que, sin embargo, no han acallado las voces contrarias que cada vez se oyen con más estrépito intentando su paralización, lo que dejaría sin efecto el riego de 8.000 hectáreas de cultivos entre los términos municipales de Baza (4.374 ha.), Caniles (1.941 ha.), Benamaurel (1.062 ha.) y Cortes de Baza (250 ha.).
La reciente negativa al Canal del Portillo del actual Gobierno de la nación -respaldado por la Junta de Andalucía- supondría, de hecho, según declara el secretario general de ASAJA GRANADA, Manuel del Pino López “dejar una vez más pasar el tren del desarrollo y del avance económico y social de la zona Norte de Granada”, de ahí, que desde ASAJA GRANADA se exijan responsabilidades a las Administraciones central y autonómica y se apueste por su construcción.
Además, desde esta organización agraria se defiende la sostenibilidad ambiental del Canal del Portillo dado que el agua destinada al riego no se sacará directamente del cauce del río Castril, como quiere hacerse ver a la opinión pública, sino que se recogerá por debajo del embalse del Portillo (de ahí el nombre de Canal del Portillo y no Canal del Castril), y, su extracción se hará como en cualquier obra de regulación, lo que equivale a decir que hay unos niveles mínimos de reserva por debajo de los cuales nunca se utilizaría el agua para el riego.
El bombeo desde el Negratín: falsa alternativa
ASAJA GRANADA desde la recuperación del nuevo proyecto en el año 2002 ha sido siempre favorable a la construcción del Canal del Portillo para el riego de las 8.000 hectáreas previstas, pero se ha mostrado al mismo tiempo dispuesta a acoger cualquier alternativa viable; sólo que ésta no ha llegado desde entonces, y será difícil que llegue en cuatro meses, como pretende el Ministerio de Medio Ambiente. El bombeo del agua desde el pantano del Negratín ha sido la única opción que se ha barajado hasta ahora, una fórmula que no resulta rentable ya que les supondría a los regantes un coste adicional de energía que encarecería el agua, sin olvidar, por otro lado, que ellos realizan fuertes inversiones para que se construyan las obras de ingeniería hidráulicas. Además, el bombeo plantea problemas legales pues el Plan Hidrológico de la Cuenca del Guadalquivir no contempla nuevas demandas de agua desde el pantano del Negratín (únicamente desde el San Clemente y Portillo), y esto llevaría a conflicto con los regantes de la Federación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Guadalquivir (FERAGUA)
ASAJA Granada