Nota de ASAJA
La reforma de la OCM, que entrará en vigor en enero del año que viene, afectará de lleno al olivar. Se pretende restar poder a los políticos que representan a los agricultores y dárselo a los técnicos. Esto se traduce en que las 120.000 familias de Jaén que viven gracias al olivar serán un mero número cuando Europa diga de ajustar cuentas y no se analizará la repercusión social que cualquier decisión, como la eliminación de ayudas, pueda tener en una provincia entera.
Además, se ‘meterá en el mismo saco’ a explotaciones tan diferentes como el olivar, las frutas y hortalizas o la ganadería. Al igualarlos, el olivar, que hasta ahora ha contado con una situación diferenciada en el sistema de ayudas, volverá a perder. También se merma la libertad del olivarero de intervenir libremente en su explotación y se ponen en peligro los reglamentos de calidad que distinguen al aceite de oliva de otras grasas. Tampoco se revisan los contratos de almacenamiento, que fijan un límite de intervención de 1,7 euros, algo que no cubre ni los gastos de producción. ASAJA-Jaén volverá a defender en Europa los derechos del olivar y exigirá que se tengan en cuenta las particularidades de este cultivo, donde Jaén es la número uno en todo el mundo.
La Unión Europea trabaja en otra reforma de la Política Agraria Común cuando todavía no se han terminado de asentar las bases de la nueva OCM del aceite de oliva y su sistema de cobro de ayudas a través del Pago Único. El nuevo texto, que entrará en vigor en enero de 2008, pretende por un lado simplificar la burocracia y los reglamentos actualmente existentes. Por otro, reducir las 20 OCM ahora existentes en el marco comunitario a una sola. El secretario general de ASAJA-Jaén y presidente del grupo de trabajo de aceite de oliva del Copa-Cogeca, Francisco Molina Molina, ha asistido esta semana a una de las reuniones en la que la Comisión da cuenta de los avances de la nueva OCM. Tras conocer qué pretende Europa, mucho nos tememos que con el nuevo sistema el olivar pierda los pocos derechos que le habían quedado.
En primer lugar, porque las nuevas normas de condicionalidad merman la capacidad del olivarero de manejar libremente su explotación e, incluso, modernizarla. Europa exige que cada olivo sustituido se remplace por uno nuevo, algo que va incluso en contra de la nueva filosofía europea en materia agraria, la del “prohibido prohibir”. Tampoco está claro si se permitirá a los agricultores transformar sus viejas explotaciones en intensivas con el fin de poder competir así con otros mercados donde el olivar intensivo comienza a ser habitual. ASAJA-Jaén, a través del Copa-Cogeca, solicitará en Europa que se revise este punto y, ya que la subvención está desligada completamente de la producción, se otorgue libertad total a olivarero para decidir sobre su explotación.
En lo que sí se teme que va a dejar de intervenir la UE es en el reglamento de calidad del aceite de oliva que lo diferencia de otras grasas y, para ello, apoya medidas de mantenimiento de los precios. Si realmente llega a eliminarse esta protección, el mercado del aceite corre un grave peligro. Por otro lado, ASAJA-Jaén exige a la UE que se revisen los contratos de almacenamiento del aceite de oliva, que fijan el tope de intervención en 1,7 euros. Es decir, cuando los precios bajan de ese límite en el mercado, es el momento de poner en marcha los contratos de almacenamiento. ASAJA-Jaén considera que la cifra se ha quedado obsoleta y, en ningún momento, protege la economía del agricultor. Es más, ni siquiera se asegura que se cubran los costes de producción.
Los agricultores, como un número más
Además de todo esto, ASAJA-Jaén muestra su preocupación por la intención de la Unión Europea de restar capacidad de decisión al Consejo en favor de la Comisión. Esto se traduce en que, para tomar cualquier decisión, los agricultores serán simples números dentro del complejo entramado europeo. Es decir, que si Europa decide quitar las ayudas al olivar para que le cuadren las cuentas, no se tendrá en cuenta lo que supondrá para las más de 120.000 familias que viven gracias al cultivo.
Por otro lado, la organización considera que no es acertado refundir las 20 OCM actuales en una sola. Sí está a favor de la simplificación, pero no de la OCM única. Sobre todo porque el olivar deja de ser un cultivo diferenciado y se pone al mismo nivel de explotaciones tan distintas como las frutas tropicales o la ganadería. En este sentido, Luis Carlos Valero, gerente de ASAJA-Jaén, asegura que al olivar, que en los últimos años ha disfrutado de una posición diferenciada en el marco de ayudas, sólo le tocará volver a perder.
ASAJA
no me parece bien, hya que movilizarse ya