ASAJA: ‘Las decisiones comunitarias generan incertidumbre en el campo español’

Nota de ASAJA
La reforma Intermedia de la PAC aprobada en junio, las reformas de las producciones mediterráneas (aceite de oliva, algodón y tabaco) presentadas este otoño y el nuevo Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos sellado este mismo mes de diciembre han sido, con toda seguridad, las decisiones más importantes que, en materia agraria, ha adoptado la administración comunitaria a lo largo del año. Todas ellas han provocado el rechazo unánime de los productores españoles y han generado un clima de gran incertidumbre ante la incógnita de cómo les afectarán a su futuro profesional.

Sin duda alguna el acontecimiento mas destacado del año se produce a finales de junio en Luxemburgo y no es otro que la aprobación por parte del Consejo de Ministros de Agricultura de la UE de la reforma de la PAC. Guste o no la PAC cambia radicalmente. Y son tres los ejes básicos sobre los que se sustenta: modulación (recorte de las ayudas entre el 3 y el 5 por ciento), condicionalidad (las ayudas quedan condicionadas al cumplimiento de unos estándares medioambientales) y desacoplamiento (la medida más importante y novedosa de ésta reforma que desvincula las ayudas de la producción y fija un sistema de pago único sobre la base de las ayudas recibidas en el periodo de referencia 2000, 2001,2002).

Desde el primer momento, ASAJA mostró su más profundo rechazo a este giro copernicano en la filosofía de la PAC, que reduce el papel del productor agrario a su mínima expresión y lo convierte en un perceptor subsidiado, algo que difícilmente va a ser aceptado, tanto por él mismo como por el resto de la sociedad. La transposición de las medidas contenidas en la reforma a la normativa nacional se encuentra en fase de un profundo debate, ya que el margen de aplicación que se deja a los Estados miembros es relativamente amplio y de lo que se decida finalmente dependerá, en buena parte, que se palien, en mayor o menor grado, los efectos de esta reforma en el campo español. Lo único definitivo, hasta ahora, es la fecha de aplicación de la reforma en España, el 1 de enero de 2006. El interrogante de cómo se aplicará, es decir, con qué porcentajes de desacoplamiento, sigue aún abierto.

Tras el parón estival, en el mes de octubre el Colegio de Comisario aprueba la reforma del denominado «paquete mediterraneo», es decir de las Organizaciones Comunes de Mercado de aceite de oliva, algodón y tabaco. las propuestas legislativas que desarrollan las respectivas reformas están orientadas con los principios básicos de la Reforma de la PAC, esto es modulación, condicionalidad y desacoplamiento. ASAJA ha advertido, reiteradamente que de prosperar éstas reformas, en los actuales términos, los cultivos de algodón y tabaco desaparecerían de la cuenca mediterránea y el sector del olivar recibiría un duro golpe. El desacoplamiento en estos sectores tendría efectos dramáticos desde todos los puntos de vista: social, laboral, económico y medioambiental.

La negociación para liberalizar el comercio mundial es otro de los acontecimientos destacados de este 2003. Enmarcada en el proceso negociador iniciado en Doha en 2001, la OMC celebra en el mes de septiembre en Cancún (México) una nueva Reunión Ministerial. Pese a que la UE acude a ésta cita con los deberes cumplidos, la reforma de la PAC y el acuerdo en materia agrícola alcanzado con los Estados Unidos así lo avalan, el fracaso es inevitable. Los planteamientos radicales de un nuevo grupo de países (G-22), integrado por los que abogan por el desmantelamiento de las políticas agrarias, impidieron un verdadero debate sobre los aspectos fundamentales y tan solo se consiguió desviar la atención hacia cuestiones sectoriales, como el algodón, en las que los productores europeos fueron víctimas de los duros e injustificados ataques.

Los intentos por avanzar en materia de liberalización comercial agrícola terminaron con un sonado fracaso. Los plazos se han incumplido una vez mas y la OMC ha sufrido un duro revés que ha cuestionado su estructura y su eficacia como foro multilateral de negociación.

A finales del mes de octubre la Comisión Europea aprobó el nuevo protocolo de asociación Unión Europea – Marruecos que entra en vigor el próximo mes de enero de 2004. Sin duda, uno de los capítulos más conflictivos ha sido el correspondiente al contingente de importación de tomate, que pasa de las 168.000 toneladas de tomate que hasta ahora Marruecos enviaba al mercado comunitario a las 190.000 que llegarán en 2004 y que aumentarán progresivamente hasta las 220.000 en el 2006. También se han establecido otros contingentes de importación, sometidos a precios de entrada, para otras frutas y hortalizas procedentes de Marruecos. A cambio, la UE podrá enviar al mercado marroquí mas de un millón de toneladas de cereales con arancel reducido. Medida, ésta última, que tiene un claro beneficiario, Francia.

No podemos concluir este resumen de los acontecimientos internacionales sin reseñar un evento de especial importancia para el Desarrollo Rural. Se trata de la II Conferencia Europea sobre Desarrollo Rural celebrara en Salzburgo a mediados del mes de noviembre. Organizada por la Comisión Europea, ésta Conferencia supone el despegue de un gran debate sobre el futuro de las políticas de Desarrollo Rural en la UE. Como aportaciones más significativas de lo allí tratado se puede reseñar la creación de un Fondo Único para el Desarrollo Rural y una mayor simplificación en los programas cuya aplicación será mas flexible y subsidiaria.

En el ámbito de la política nacional agraria, y desde el punto de vista legislativo, la actividad ha sido intensa. Durante este año han sido aprobadas diferentes leyes nacionales y transposiciones de la normativa comunitaria de las que, en opinión de ASAJA, merece destacarse la Ley de la viña y el vino, que deroga el, hasta ahora vigente, Estatuto de la Viña, el Vino y los Alcoholes, de los años 70; la Ley de sanidad animal, que establece las normas básicas para el ordenamiento de los animales y sus productos y las condiciones sanitarias y de control de epizootías; la necesaria Ley de montes, que sustituye a la extemporánea legislación de 1957; y la Ley de arrendamientos rústicos cuya novedad principal es la reducción en el tiempo de duración del contrato que pasa de cinco a tres años. En lo que se refiere a transposiciones comunitarias, durante este año se ha aprobado la relativa a la Directiva marco de aguas (D 2000/60/CE). El Gobierno decidió hacer esta transposición a través de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos (diciembre 2003), modificando la Ley de Aguas.

También en este año se han concluido y presentado los trabajos del Libro Blanco de la Agricultura y el Desarrollo Rural que comenzaron el año anterior. Se trata de análisis horizontales, sectoriales y territoriales del sector agrario y una serie de propuestas sobre estrategias de política agraria nacional relacionadas con incorporación de jóvenes, regadíos, planes de mejora, programas medioambientales..etc.

En el ámbito socio-laboral, lo más destacable del año ha sido el Acuerdo suscrito entre el ministerio de trabajo y ASAJA sobre Seguridad Social Agraria, que garantiza la permanencia del REASS y su mejora en materia de prestaciones y cotizaciones. Dicho acuerdo fue ratificado en la Ley 36/2003 sobre medidas de reforma económica. Las mejoras del Régimen entrarán en vigor el 1 de enero de 2004.

En cuanto a la aplicación de los programas sobre políticas horizontales en 2003, quizá lo más significativo sea la buena marcha de las obras de ejecución del Plan Nacional de Regadíos que en líneas generales está cumpliendo sus objetivos, a excepción de lo relativo a modernización y mejora de los regadíos existentes.

En lo referente a los programas de aplicación sobre Desarrollo Rural (Indemnización Compensatoria, Cese Anticipado, Forestación, Planes de Mejora, Incorporación de Jóvenes…) durante 2003 se ha continuado su aplicación pero hay que significar que según las evaluaciones intermedias realizadas por requerimiento de Bruselas se desprende que hay líneas prácticamente colapsadas, desde el punto de vista financiero (planes de modernización y mejora e incorporación de jóvenes).

No podemos concluir este balance sobre los hechos mas destacados acaecidos durante el 2003 sin aludir a las graves crisis de precios sufridas en sectores productivos tan significativos como son el girasol, el porcino y la uva, sin olvidar el hundimiento de precios que ha afectado a la carne de caza, en concreto, al ciervo. En otros sectores, sin llegar a situación de crisis, se han registrado precios por debajo de la media. Frente a esto, un año mas hay que seguir hablando de la grave especulación que sufren los precios de los productos agroalimentarios en su paso por la cadena de comercialización, sin que por el momento se haya adoptado ninguna medida verdaderamente eficaz para poner fin a ésta situación

ASAJA

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