Se da la circunstancia de que los cotos de caza no pueden actuar en estas zonas, por lo que la especie ha experimentado un enorme crecimiento mientras las administraciones no han hecho nada para controlar sus poblaciones.
El mismo problema lo sufren algunos términos donde los cotos están mal gestionados y no se controla la población de estos animales con descastes o hurones. Ante la profunda indefensión que los agricultores sufren frente a esta plaga, desde ASAJA PALENCIA se solicitó un encuentro urgente con el nuevo subdelegado del Gobierno en Palencia, Luis Miguel Cárcel, y con el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Luis Domingo González, con el propósito de acordar, a la mayor brevedad posible, alguna medida de vigilancia y control que acabe con esta situación y evite así la rápida propagación de los mismos.
Las consecuencias no se han dejado esperar, y así, los agricultores se ven obligados a abandonar sus prácticas agronómicas más rentables, y dejan de sembrar en otoño porque tienen claro que lo que nazca entonces se lo comen los conejos. Se ven entonces obligados a sembrar en febrero y marzo, en siembras mucho menos productivas y rentables, lo que significa pérdidas. Más aún en parcelas de regadío que soportan un canon de agua y donde los arrendamientos son más caros.
Ante este panorama, ASAJA PALENCIA ha exigido a las administraciones que controlen con los mecanismos que consideren oportunos las superpoblaciones de conejos en los reservorios de autovías y vías del tren donde tienen competencia. Los responsables de ambas administraciones se han comprometido a favorecer la limpieza de esos reservorios.
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