Nota de ASAJA Ciudad Real
El desacoplamiento de las ayudas, al referenciarlas a producciones históricas (años 2000-2001 y 2002), consolida las diferencias: un cerealista de la zona de París cobrará siete veces más ayudas por hectárea que un cerealista de Malagón.
Además esta reforma lleva a todo el sector agrario a un empobrecimiento a medio plazo, si las Administraciones no lo remedian, ya que el importe de las ayudas se queda fijo hasta el 2013, sin tener en cuenta ni siquiera los incrementos del IPC.
El Secretario General de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Ciudad Real participó anteayer en Malagón en la Mesa Redonda organizada por la Asociación de Desarrollo Montes Norte para tratar de los efectos que la Reforma de la PAC va a tener sobre la agricultura y ganadería de esta comarca.
La PAC anterior se basaba en la estabilización productiva y presupuestaria de la Unión Europea, la nueva PAC da mas importancia a conceptos tales como la seguridad de los alimentos, la protección del medio ambiente, el bienestar animal, la gestión equilibrada del territorio, la trazabilidad de los productos y la segmentación de los mercados.
La nueva PAC gira en torno a tres ejes básicos: modulación, condicionalidad, y desacoplamiento. ASAJA se opuso frontalmente a la modulación y al desacoplamiento por considerarlas prejudiciales para nuestra región. Por la modulación las ayudas se recortan linealmente para todo agricultor que reciba mas de 5.000 euros anuales. Estos recortes serán del 3% para el año 2005, el 4% para 2006 y el 5% para 2007 y siguientes.
El desacoplamiento consiste en desvincular las ayudas de la producción para pasar a un sistema por el que, en base a las ayudas percibidas por cada agricultor durante el periodo de referencia (años 2000, 2001 y 2002), la Administración le adjudicará unos derechos de pago por superficie que ejecutará o cobrará anualmente contra una superficie equivalente a la que los generó. Este sistema congela los importe de las ayudas hasta el año 2013, con lo que la pérdida del poder adquisitivo de los agricultores es evidente. Ante la opción de que este desacoplamiento sea total o parcial, ASAJA se manifiesta claramente partidario del desacoplamiento total.
Del mismo modo, en 2005 entrará en vigor la llamada condicionalidad, sistema por el cual las ayudas agrarias quedarán vinculadas al cumplimiento de unos requisitos mínimos medioambientales por parte de cada agricultor y cuyo incumplimiento puede acarrear penalizaciones que, en función de la gravedad de la infracción, pueden alcanzar hasta la eliminación total de las ayudas
ASAJA CR