En un comunicado, la organización agraria reconoció no compartir la decisión «improvisada» del Instituto Nacional de Estadística de suprimir la figura del encuestador en la elaboración del nuevo censo agrario «y sustituir su trabajo por el envío por correo al agricultor de un amplio y complejo cuestionario que ha de cubrir y devolver por el mismo cauce al INE«.
«Miles de agricultores de Castilla y León, «posiblemente más de 150.000, están recibiendo estos días una carta del INE acompañada de un cuestionario de ocho páginas con decenas de preguntas y posibles respuestas así como un manual de instrucciones de cuatro páginas, difíciles de entender por la mayoría de los agricultores y ganaderos, particularmente los de mayor edad», destacaron las mismas fuentes.
Por ello, Asaja de Castilla y León exigió al INE que retome de nuevo la figura del encuestador o que, en su defecto, abra oficinas comarcales para atender las consultas de los agricultores y les ayude a cubrir los formularios «ya que de lo contrario, además de causar trastornos a los agricultores, la encuesta adolecerá de la fiabilidad y el rigor necesarios».
La organización agraria considera que esta encuesta, cuyos datos sirven para consultar la realidad del sector por un periodo de diez años, es lo «suficientemente importante» como para que los métodos «no se tomen a la ligera» y no se «sacrifique indiscriminadamente» la eficacia por una cuestión económica.
Asimismo, Asaja exigió al Estado un Censo Agrario «fiable» y, dado que con el actual procedimiento esta credibilidad «no se garantiza», en su opinión, se opondrá al mismo «hasta que no se llegue a un acuerdo con los representantes del sector».
Por ello, la organización agraria mayoritaria en la región lanzó a todos sus socios y simpatizantes la consigna de no contestar la encuesta a la espera del resultado de la reunión que se mantendrá mañana en el INE con sus máximos responsables.
Europa Press