ASAJA pide que se investigue el papel de los ungulados salvajes como reservorios de la tuberculosis

Uno de los estudios más completos que se han hecho sobre la relación entre la existencia de la enfermedad en animales salvajes y domésticos se llevó a cabo el pasado año en el Parque Nacional de Doñana por parte del CSIC y dos universidades. Los resultados de los muestreos confirmaron la tuberculosis en el 52 por ciento de los jabalís, el 27% de los ciervos y el 18% de los gamos, siendo por tanto un factor de riesgo para la trasmisión y mantenimiento de la enfermedad. Se ha de tener en cuenta el elevado censo de jabalís en toda la geografía provincial compartiendo territorio con las vacas en pastoreo, sobre todo en las zonas de montaña.

ASAJA instará a la Junta de Castilla y León y a la dirección del Parque Nacional Picos de Europa a que se investigue sobre una muestra representativa la prevalencia de la enfermedad en los ungulados salvajes, particularmente el jabalí, identificando la especie de Mycobacterium y por tanto su compatibilidad con la tuberculosis bovina.

Las explotaciones en las que se ha determinado la presencia de tuberculosis tienen restringido el movimiento de animales hasta que de nuevo da resultados negativos. Estas restricciones, que suponen un serio quebranto económico y no pocos problemas de manejo, no tendrían sentido si la difusión de la enfermedad tiene una mayor vinculación con las especies salvajes que con la cabaña ganadera.

ASAJA León

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