Hay que subrayar que las lluvias son determinantes en estos meses del año ya que su abundancia, especialmente en mayo, anunciaría una óptima campaña cerealista.
En cuanto a las temperaturas máximas, éstas se situarían en torno a los 16ºC en abril, tendiendo así a una normalidad-baja. En mayo, las máximas tampoco serán muy altas, con un promedio de 19.05 ºC. De cumplirse estas expectativas climatológicas, la cosecha se beneficiaría de unas temperaturas que, en ningún caso, quemarían en exceso la maduración del cereal. En cuanto a las mínimas primaverales, en abril, la probabilidad de que el mercurio marque bajas temperaturas será alta, sobre una media inferior a 3.1º C mientras que en mayo, la mínima también sería baja para esa época del año, entre 6.5 – 7.7 ºC. El mayor riesgo de una acusada bajada de temperaturas sería una helada negra, uno de los mayores peligros para la cosecha en esa época del año.
Actualmente, la peor situación en el campo la padecen los ganaderos ya que los pastos están totalmente secos y las charcas apenas tienen agua para sus animales, lo cual agudiza aún más, si cabe, su precaria situación económica. En este aspecto, ASAJA recuerda que las ayudas para el fomento de ganaderías extensivas y mejora de pastos comunales finaliza el próximo 31 de marzo con la posibilidad de solicitar, entre las inversiones subvencionables, balsas y abrevaderos. Asimismo, esta organización agraria exige con urgencia la publicación del IVA compensado del 7,5 al 9% y el desacoplamiento total como medidas de freno a la crisis.
Por último, y concluyendo, según las predicciones, los meses de abril y mayo, los más importantes en la campaña de comercialización de los cultivos herbáceos, se anuncian relativamente favorables siempre que las precipitaciones sean abundantes, las máximas no sean excesivas y las mínimas no bajen excesivamente en el mercurio. ASAJA SALAMANCA pediría además que las lluvias rondasen los 100 litros por metro cuadrado siempre que fuesen constantes y bien repartidas. Una situación que beneficiaría a todos los sectores ya que los pastos brotarían, los cereales alcanzarían un estado excelente y los cultivos de regadío necesitarían un menor riego, y por tanto, reducirían sus gastos.
ASAJA