ASAJA se encontró con la noticia de su aprobación por el Consejo de Gobierno el miércoles 19, cuando en las organizaciones agrarias se estaba esperando un segundo borrador para acercar posturas, y no tuvo conocimiento de lo aprobado hasta que vio la luz en el boletín oficial, algo también inusual.
El texto aprobado es un calco del primer decreto que regulaba este organismo, aprobado en 1998, con la única salvedad de que se incorporan dos representantes de los grupos de acción local. Al parecer, toda la imaginación de la nueva consejera, Silvia Clemente, para reorientar la interlocución con la agricultura y el mundo rural, se limita a copiar recetas fracasadas de la etapa de José Valín.
ASAJA viene reclamando que la interlocución con las organizaciones agrarias no sea de segunda categoría y que se enmarque dentro de la política del diálogo social que está impulsando el presidente Juan Vicente Herrera. El nuevo marco jurídico de interlocución sitúa a las organizaciones agrarias al mismo nivel que los colegios profesionales, no reconoce las peculiaridades del sector agrario y del medio rural, no reconoce a las organizaciones agrarias como colaboradoras con la administración en la prestación de servicios al sector y no se extiende a otras áreas de gobierno distintas de la consejería de Agricultura. Para más escarnio, por vez primera limita el papel de las organizaciones agrarias a una interlocución “sectorial”, cuando las organizaciones profesionales agrarias, y en particular ASAJA, tienen reconocido por la sociedad un papel de entidades representativas del medio rural en un sentido amplio, ocupando un espacio al que nunca han llegado los sindicatos de clase o la patronal de los empresarios.
ASAJA considera que la consejería de Agricultura se ha equivocado de nuevo al legislar de espaldas al sector agrario y ha creado un nuevo motivo de desencuentro cuando la interlocución había mejorado sustancialmente desde principios de año. ASAJA seguirá reivindicando ante el Gobierno regional un papel relevante para las organizaciones agrarias y la apertura del Consejo del Diálogo Social a los representantes del sector agropecuario y del medio rural.
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