“De ninguna manera el ganadero debe ser responsable de un animal que no es suyo, menos aún, de soportar la carga económica de un seguro que le obliga a protegerse de los daños causados por la fauna cinegética”. Así de tajantes se mostraban las sectoriales ganaderas de ASAJA Salamanca tras proceder al estudio de la propuesta realizada por parte de la Dirección General del Medio Natural para actualizar los baremos de indemnización por bajas y lucro cesante en ovino, caprino, vacuno, equino o gallináceas. Esta organización agraria critica que, en dicho documento, no se contemple en párrafo alguno, ni siquiera en la letra pequeña, el cobro de estas ayudas independientemente de la contratación de una póliza por cabeza de ganado.
Por tal motivo, ASAJA no puede apoyar un borrador como este ya que su firma significaría una aceptación implícita de las indemnizaciones vinculadas a una franquicia y, por lo tanto, en caso de ataques de lobo, las bajas en el rebaño no serían compensadas en ningún caso si, previamente, no se ha formalizado el correspondiente seguro.
Las sectoriales de ASAJA pretenden así poner sobre la mesa de la Administración regional y, más concretamente, ante la consejería de Medio Ambiente, la responsabilidad social frente al lobo. Una especie cinegética protegida cuyo sustento y protección social no corresponde al ganadero sino al Gobierno de Castilla y León con toda la carga económica que ello conlleva a través de los presupuestos generales de la Comunidad.
En cuanto a la valoración cuantitativa de los precios propuestos para el ovino/caprino, ASAJA considera que sí se ajustan al valor real del mercado con cifras que oscilan entre los 140 € para el ovino de leche; 100 €, para el de carne; 135 y 75 € para el caprino de leche y carne, respectivamente; además de los 55-45 € para el cabrito o cordero en cada una de sus variantes. Sin embargo, esta actualización de las indemnizaciones debe ir acompañada de la desvinculación del seguro.
Por último, los ganaderos de ASAJA Salamanca trasladarán a Medio Ambiente, en el encuentro del próximo 16 de enero, la creciente proliferación de los ataques de buitres al ganado vivo. Unos ataques que se vienen produciendo cada año con mayor frecuencia desde la desaparición de los muladares y que, a día de hoy, no cuentan con indemnización alguna.
ASAJA