Nota de ASAJA
La sectorial de fiscalidad de ASAJA, reunida en Madrid, ha decidido solicitar al Gobierno la inmediata aplicación de una rebaja fiscal destinada a compensar el incremento de costes productivos en el sector agrario. Como consecuencia de la subida experimentada por los precios del crudo, el precio del gasóleo agrícola se sitúa ya en los 48 céntimos de euro por litro, lo que supone un aumento del 20 por ciento en lo que va de año.
El pasado jueves 13 de mayo, el precio del barril de petróleo alcanzó el máximo histórico de 41 dólares por barril, confirmando así la tendencia imparable experimentada por los precios de carburantes desde principios de año, y que nos hace temer, si el Gobierno no lo remedia, que el sector agrario se verá abocado a una situación aún mas grave que la sufrida hace cuatro año con una crisis de precios similar.
Hay que recordar que en el año 2000 las pérdidas acumuladas por los productores agrarios como consecuencia de las subidas del gasóleo agrícola ascendieron a mas de 670 millones de euros (111.478 millones de pesetas), y que desde junio del pasado año hasta el presente mes de mayo el incremento de costes acumulado es superior a los 300 millones de euros (50.000 millones de pesetas).
Por este motivo, la sectorial de fiscalidad de ASAJA se ha dirigido a los máximos responsables de Economía y Hacienda y Agricultura para solicitar que, con carácter de urgencia, se convoque una reunión para adoptar las medidas necesarias que compensen los sucesivos incrementos de precios y que sitúan al gasóleo agrícola un 20 por ciento mas caro que a principios de año.
En concreto, ASAJA solicita al Gobierno una rebaja fiscal en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, tanto en el sistema de Estimación Directa como en Módulos, así como reducciones y compensaciones en los impuestos indirectos, como son el Impuesto Especial de Hidrocarburos y en el IVA, siempre dentro de los parámetros que marca la armonización fiscal de la Unión Europea. ASAJA reclama también medidas de carácter estructural que permitan a las explotaciones agrícolas y ganaderas mejorar sus niveles de competitividad frente al resto de países comunitarios.
Esta crisis es especialmente grave en el sector agrario ya que el incremento del precio del petróleo supone no solo una subida del precio del gasóleo sino además un incremento de costes en fertilizantes, plásticos, estructuras de riego, etc. y a diferencia de lo que ocurre en otros sectores, el productor agrario no puede repercutir el incremento de dichos costes en el precio final del producto, con lo que se produce una disminución en la renta de los agricultores y ganaderos.
Por otro lado, la sectorial de fiscalidad de ASAJA exige al ministerio de Economía y Hacienda la publicación inmediata de la Orden de reducción de los módulos relativa al pasado ejercicio y que fue aprobada para paliar las pérdidas de renta sufridas por los agricultores y ganaderos de determinadas Comunidades Autónomas como consecuencia de las inclemencias meteorológicas sufridas en algunas producciones, ya que estamos en plena campaña de Renta y urge conocer los índices que se deben aplicar
ASAJA