Con aquellos créditos aún sin liquidar, los empresarios agrarios afrontan en estos momentos una difícil campaña cerealista marcada por los bajos precios de venta y con reducciones de cosecha a nivel nacional que oscilan entre el 30 y el 40%. En nuestra provincia las pérdidas se cifran en el 25% de la cosecha esperada. El olivar no se ve ahora menos afectado tras la desastrosa campaña de precios -que tocaron fondo el pasado mes de mayo a 1’7 euros/kilo-, pendiente también del pago de capital de los créditos del Plan de Recuperación del Olivar tras la sequía y las heladas de 2005, por lo que desde ASAJA GRANADA igualmente se solicitará una moratoria al gobierno andaluz.
Según la sectorial de cereales de ASAJA la cosecha de este año a nivel nacional contabiliza unas pérdidas que oscilan entre el 30 y el 40% en relación al pasado año. Las cifras apuntan a que no se superarán los 12 millones de toneladas cuando en la campaña pasada la producción de cereales de invierno fue de 19,4 millones de toneladas. En Granada se calcula que se perderá un 25% de la cosecha esperada, que en un año normal se cifra en 36 millones de toneladas. Se une a esta circunstancia los fuertes incrementos de precios de los fertilizantes que han elevado los costes de producción, con lo que la obligación de hacer frente a los préstamos de sequía suscritos en 2005 amenaza la viabilidad económica de muchas explotaciones cerealistas. También las explotaciones de olivar se ven comprometidas tras la desastrosa campaña de precios -que tocaron fondo en el mes de mayo (1,7 euros/kilo) -para hacer frente a los pagos de los créditos que obtuvieron con el Plan de Recuperación del Olivar aprobado por la Junta de Andalucía en 2005.
En 2005 el antiguo Ministerio de Agricultura habilitó una línea de créditos que permitió a los agricultores tener la financiación suficiente para sembrar la siguiente campaña, dada la merma de las producciones como consecuencia de la sequía (en Granada se redujo entonces la producción de cereales a 10 millones de toneladas) sumada además a otros condicionantes como los bajos precios de mercado de los cereales y una desafortunada campaña de importaciones de cereal que dejaron a los productores prácticamente fuera de juego. El olivar no se vio menos agredido por la sequía y las heladas, especialmente en Granada con pérdidas de un millón de árboles, y se habilitaron créditos ICO dentro del Plan de Recuperación del Olivar aprobado por la Junta de Andalucía cuyo pago de capital cumple el próximo mes de noviembre. Este año 2009, con aquellos créditos aún sin liquidar, nos encontramos en una situación igualmente extrema -más aún por la crisis de precios y el aumento de costes- de ahí la necesidad de que se aplique una moratoria que permita a los agricultores (cerealistas y olivareros) no tener que pagar las amortizaciones y hacer frente solo a los intereses.
ASAJA Granada