Esta organización ha manifestado su malestar por unas medidas que han llegado demasiado tarde para atajar una plaga que ASAJA venía denunciando desde el pasado mes de marzo ante las administraciones regional y provincial pero a la que no se ha prestado la suficiente atención hasta que el problema se ha desbordado.
En el encuentro mantenido con Silvia Clemente, ASAJA ha insistido en la necesidad, ya que el tiempo no está siendo demasiado caluroso, de quemar rastrojos de forma generalizada en todas las provincias y municipios afectados acompañándolo además de la colocación de veneno, no sólo en las cuentas, sino también en las parcelas. En este sentido, ASAJA subraya su malestar por las declaraciones vertidas por la asociación de consumidores Facua al oponerse al uso de raticidas en las tierras, manipulando así un discurso interesado que pone en tela de juicio la trazabilidad de los alimentos y, por tanto, al propio agricultor. En la misma línea, se ha trasladado a la titular de Agricultura la demagogia practicada por los grupos ecologistas en contra de los agricultores que en nada ayuda a solucionar el problema ni calmar los ánimos.
Por otra parte, desde ASAJA SALAMANCA se volvió a insistir en una solución alternativa para acabar con la plaga a corto plazo que consistiría en inocular un virus mortal que acabe con los roedores definitivamente. Una alternativa, según Clemente, que mantendrán en cuarentena hasta el regreso de las vacaciones, en septiembre, de los científicos.
En definitiva, y en opinión de esta organización agraria, la plaga de topillos continúa sin contar con un plan eficaz que ataje, a corto-medio plazo, el grave problema que vienen sufriendo los agricultores en sus producciones.
ASAJA