ASAJA recuerda que cada incorporación al campo “cuesta sangre, sudor y lágrimas” y pide el máximo apoyo de la junta

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Detrás de la compra de maquinaria, de la construcción de una sala de ordeño o de la compra de ganado que precisa un hombre o mujer joven para comenzar a trabajar en el sector agroganadero está el apoyo de un expediente de incorporación y mejora de la explotación. Esta línea, cuyo plazo de solicitud está actualmente abierto, es pues fundamental para la renovación del campo y de la sociedad rural en su conjunto y, por ello, ASAJA pide “el máximo apoyo y compromiso de la Administración para que, aun en tiempos de crisis, no se quede por el camino por falta de financiación ni uno solo de los expedientes que se presenten”.

Según se observa en las estadísticas de primeras instalaciones y planes de mejora de explotación, en los últimos años la cifra de solicitudes de nuevos agricultores y ganaderos ronda los 500, aunque los expedientes resueltos finalmente son un 5 ó 10 por ciento menos. Por provincias, cinco de ellas rondan sobre las 60 incorporaciones anuales, dos –Zamora y especialmente Salamanca– superan esta cifra y otras dos –Soria y Segovia– están por debajo. También se constata, especialmente en la línea de modernización, la importancia que tiene que haya una buena cosecha para que el sector se decida a invertir (así, cayeron las solicitudes en 2009). Lo que apenas es apreciable, a pesar de las voces que barruntaban la vuelta a la agricultura a causa de la crisis, es que se haya registrado un vuelco en las nuevas vocaciones. “Lo que queda claro es que cada una de esas incorporaciones cuesta sangre, sudor y lágrimas, no obedecen a impulsos del momento, y están muy lejos de compensar el número de agricultores y ganaderos que se jubilan. Por ello lograr que esos jóvenes que comienzan puedan construirse un futuro con esperanza es vital para el medio rural”, subraya ASAJA.

Estos días se ha celebrado un encuentro del equipo de técnicos de ASAJA en el que confían los nuevos agricultores y ganaderos de las nueve provincias de la región para tramitar estas solicitudes de ayudas que son su vía de acceso a la profesión. Entre otras peticiones se reclamó a la Consejería una ampliación del plazo de presentación de solicitudes, petición que parece que finalmente se atenderá, y en lugar del día 30 de junio terminará a finales de julio. También se constató una vez más la necesidad de que el equipo funcionarial unifique provincialmente criterios e interprete de la misma forma la normativa que regula esta línea de ayudas, para evitar confusiones en la tramitación.

Otra petición de los técnicos de ASAJA, que la Administración regional se ha comprometido a atender, es que se actualicen por fin los módulos que se aplican para valorar si son viables las inversiones previstas en las explotaciones. Igualmente, la OPA quiere que se permita a aquellos que han quedado fuera al suprimirse la línea que estaba dirigida a la compra de maquinaria para ofertar servicios a terceros, acogerse a la línea genérica de modernización.

ASAJA recuerda que la inmensa mayoría de estos expedientes de incorporación y modernización se tramita desde hace ya veinte años por las organizaciones agrarias, que también imparten los cursos de incorporación precisos para certificar la cualificación profesional de los nuevos agricultores y ganaderos. “ASAJA, como organización mayoritaria, apoya a los nuevos profesionales en esta incorporación, y desde luego es una de las tareas más satisfactorias para quienes trabajamos por el campo y creemos firmemente que, pese a las dificultades, tiene futuro”.

ASAJA

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