El tiempo está demostrando que el acuerdo firmado por la Upa y la Coag, el pasado mes de diciembre, ha sido un engaño absoluto para los agricultores y ganaderos. Las pérdidas en la provincia de Salamanca por el sobrecoste del gasóleo ascienden a más de 15 millones de euros.
Nunca como en el momento actual se habían alcanzado máximos históricos en el precio del carburante. Si hace un año, en mayo, el precio por litro rozaba los 0,509 €/l (83 ptas), hoy, 12 meses después, el litro de gasóleo, alcanza los 0,715 (118 ptas).
Esta situación se está haciendo insostenible para el campo, especialmente en agricultura donde los gastos, en época de siembra (ahora están finalizando el maíz y la patata) y recolección, se disparan. En una explotación de regadío con motores de riego por gasóleo estos inputs son aún más gravosos. Hay que agregar también una repercusión directa en el incremento de los precios de los plásticos y los fertilizantes ya que éstos se fabrican a partir del gas natural o amoníaco.
Con este horizonte de futuro, los perspectivas no son muy halagüeñas ni para el agricultor ni para la sociedad ya que, a largo plazo, en unos 50 o 100 años, se podría agotar la reserva de combustibles fósiles si el Gobierno no pone más empeño y ayudas económicas en fomentar los cultivos energéticos y la reconversión de fábricas, que tras la aplicación de la reforma de la remolacha cerrarán, en plantas de transformación de este tipo de energías.
Sobrecoste en las explotaciones
En medio de este gris panorama, mientras unos agricultores finalizan la siembra de los cultivos de regadío, otros, están a punto de iniciar la recolección de los cereales de invierno cuando, precisamente ahora, los costes del gasóleo se disparan hasta alcanzar una media de 50 litros por hectárea, en el caso de los cereales de invierno, y los 150 litros/ha cuando se trata de una producción de maíz; la remolacha o la patata necesitan una media de 200 litros/hectárea. El gasto de riego oscila entre los 560 l/ha para el maíz y los 300 l/ha para la patata temprana y 400 para la tardía mientras que en el riego por sondeo se dispara hasta los 1000 l/ha.
Si hablamos de pérdidas por el sobrecoste del gasóleo en la provincia de Salamanca, éstas ascenderían a 15.685.880 millones de euros, de los cuales: 4.126.050 millones corresponderían a las 155.700 hectáreas de cereales que tenemos en la provincia, 6.487.200 millones de euros en maíz (16.000 hectáreas), 2.979.130 millones de € en el cultivo de la remolacha y 2.093.500 en la patata.
Acciones sindicales
El pasado 25 abril, ASAJA celebró una junta directiva nacional en la que se abordó este grave problema. Tras ella, se remitió una carta a la ministra Espinosa solicitándole una entrevista urgente con el fin de acordar una serie de medidas urgentes frente al encarecimiento del gasóleo. Hay que recordar que, desde ASAJA, siempre se ha calificado de insuficientes y ficticias las medidas alcanzadas, el pasado 7 de diciembre, en el acuerdo del gasóleo, rubricadas por Coag y Upa. Un acuerdo que, de hecho, no supondrá ningún tipo de beneficio en la declaración de la renta 2005 ya que la ínfima compensación del IVA que se aprobó se aplica desde el 1 de enero de 2006 en un 9% para agricultores y 7,5%, en ganadería. Compensación del IVA que se declarará en la renta 2007.
Tampoco es de fiar que se cumpla la promesa del MAPA a la hora de implantar un gasóleo profesional a partir del 2009, cuando puede que ni siquiera estén en el poder.
ASAJA siempre se ha mantenido firme en sus decisiones, por eso, las reivindicaciones continúan pasando por una solución estructural que, por una parte, contemple una cláusula de actualización y revisión de los precios agrarios en función del precio del gasóleo y, por otro lado, una rebaja fiscal del sistema impositivo español que, en el gasóleo agrícola, grava hasta un 45% en impuestos sobre el precio. En este segundo aspecto, seguimos considerando necesaria la elevación del IVA compensado en tres puntos para la agricultura y dos, para ganadería frente al uno y medio punto, respectivamente, que ha aprobado el Gobierno.
ASAJA Salamanca ha instado al Gobierno central y regional a poner manos a la obra para que el cierre de azucareras se utilice positivamente en la reconversión de fábricas con fines energéticos. Es responsabilidad además de las administraciones fomentar los cultivos energéticos con un incremento de las ayudas y abriendo el abanico de sus beneficiarios
A la espera de que la ministra Espinosa demuestre su talante aceptando el encuentro solicitado, ASAJA no descarta movilizaciones inminentes.
ASAJA Salamanca