Ante tal circunstancia, ASAJA SALAMANCA exige que, entre las modificaciones anunciadas por la consejera Clemente para paliar los efectos producidos por los roedores, se contemple la valoración de daños en el regadío y se exima, de forma general para todos los cultivos, el 5% de muestra, especialmente en las parcelas de cereales donde la publicación de la norma anterior a la que se refería el porcentaje-testigo llegó demasiado tarde.
El otro frente de ataque, en el que esta organización agraria viene insistiendo desde el pasado 20 de junio, es el de la autorización de la quema de rastrojos y la limpieza de cunetas en las zonas afectadas. Una petición que ASAJA Salamanca ya trasladó a la Diputación, la Junta y la Confederación, además de Medio Ambiente, con el propósito de atajar desde la raíz el problema y evitar así que la plaga prolifere nuevamente en la próxima campaña agrícola.
ASAJA se mantiene expectante en que, a lo largo de la presente semana, se publique el compromiso asumido con esta OPA en lo referente a determinadas prácticas agrarias excepcionales de prevención tras la cosecha como la posibilidad de labrar a vertedera a más de 20 centímetros de profundidad antes del 1 de septiembre.
A la espera de que se publiquen estas medidas agrícolas preventivas, además de las modificaciones sobre el regadío, quedarían pendientes las ayudas económicas aunque, “insistimos”, con la franquicia del 30% no servirían de nada. A estos frentes de actuación habría que añadir además el esfuerzo que se le ha exigido al Gobierno central, a través de la Subdelegación, a la hora de reconsiderar los seguros agrarios, eximir a los afectados de cuotas a la Seguridad Social o desgravaciones fiscales.
Por último, ASAJA SALAMANCA recomienda a todos los agricultores que extremen las medidas higiénico-sanitarias para no verse infectados por la tularemia. Por ello, cualquier manipulación del roedor muerto debe realizarse con guantes evitando siempre el contacto directo.
Asaja