La efectividad de una segunda identificación electrónica válida, económica y libre de manipulaciones, obligatoria para el ovino y caprino a partir del 2.008, está originando una gran incertidumbre entre los ganaderos. La sectorial de ovino-caprino de ASAJA Salamanca considera que el segundo crotal auricular electrónico carece de suficiente seguridad ya que en el ovino hay un mayor riesgo de que el animal pierda la marca, calculan que el porcentaje de pérdidas anuales de crotales se situaría en torno al 20%. Este problema se vería agravado por los gastos derivados de su aplicación: 3 €/unidad, compra de un lector manual e instalación de un equipo informático para rentabilizar ese control.por lo que la inversión media por explotación rondaría los 5.000 €, sin contar los gastos de mantenimiento y reposición.
Estas inversiones en un sector como en el del ovino superarían incluso el precio del animal perjudicando aún más la maltrecha economía de los ganaderos que se ven afectados por pérdidas económicas añadidas derivadas de los constantes ataques de lobos o la lista interminable de seguros que deben contratar para verse amparados en cierta manera ante estas adversidades.
Los miembros de la sectorial han calificado de ridículo el presupuesto de 120.000 € anunciado por la Consejería de Medio Ambiente para paliar los daños causados por el lobo ya que mientras la Administración regional no se tome en serio estos ataques y no facilite los trámites administrativos para justificarlos el problema continuará estando ahí. ASAJA Salamanca insiste en la necesidad de formalizar un contrato agroambiental que compense el daño patrimonial que sufren las explotaciones por contribuir al mantenimiento de determinadas especies protegidas, como es el caso del lobo. Por ello, espera que entre las futuras modificaciones que se introduzcan en la Ley de Espacios Naturales se incluya esta propuesta.
ASAJA