El programa de inmunización frente a la lengua azul debe estar dotado de ayudas económicas por abortos y muertes derivadas de la vacunación. Esa es una de las propuestas que ASAJA Salamanca ha expuesto en la mesa ganadera que hoy, por fin, se ha celebrado a instancias de esta organización agraria.
Un contexto, el actual, marcado por la falta de información y la incertidumbre que los ganaderos salmantinos vienen sufriendo desde que se iniciara, hace algo más de un mes, la vacunación por el serotipo 8 de lengua azul a la cabaña de ovino y vacuno de la provincia. En este sentido, se ha demandado un exhaustivo programa informativo en el que no sólo se haga pública la evolución del proceso de vacunación (reses inyectadas, muertes, abortos, etc) sino en el que también se remitan, a la mayor brevedad posible, las actuaciones adoptadas a corto y largo plazo, es decir, cuándo se va a vacunar en cada municipio y durante cuánto tiempo se prolongarán las medidas preventivas.
ASAJA ha denunciado las incidencias que se están detectando en un gran número de explotaciones, con muertes y abortos, tras haber inyectado a los animales. Para paliar las pérdidas económicas ocasiones, se le ha trasladado y exigido al director de Producción Agropecuaria, Baudilio Fernández-Margomingo, la publicación de una línea de subvenciones, similar a la habilitada en su día para los abortos por brucelosis, en la que se establezca un baremo de indemnizaciones y lucro cesante que además exima al ganadero del incumplimiento de un determinado tipo de obligaciones normativas tales como mantener, durante un periodo de cinco años, el mismo número de cabezas tras haber solicitado un plan de mejora o similar. Solo así se reconocerían, oficialmente, las vicisitudes por la lengua azul sin necesidad de que el ganadero se viera doblemente perjudicado al ser objeto de inspección por parte de la Junta conforme a la PAC y a los requisitos de la condicionalidad.
Asimismo, ha quedado de manifiesto que los ganaderos de bovino deben conocer, por la vía oficial, cuáles son los efectos sanitarios y veterinarios al confluir, durante la segunda campaña de saneamiento, la vacunación por brucelosis y por lengua azul.
En definitiva, esta organización agraria ha transmitido la idea de que, únicamente, habilitando unos cauces de comunicación transparentes e inmediatos se frenará la incertidumbre y el malestar que está viviendo el sector ante la falta de información.
Una responsabilidad que ASAJA ha hecho extensiva al Gobierno central ya que, a día de hoy, no hay una norma publicada sobre las medidas preventivas a seguir y ni siquiera se ha actuado eficazmente ante una crisis ganadera que se ve agravada con problemas sanitarios como éste.
ASAJA
Hay que abrir I’net con páginas norteamericanas y SENASA argentina, y veremos en qué estamos. Desearía que se fijara una época v.gr. otoño, para vacunaciones, con vacunas pentavalentes. Si fueran a virus atenuados, que el dueño de los animales tenga libertad de hacerlo él- nadie cuidaría mejor de lo suyo-, sujeto a fuertes multas por incumplimiento.